Volver a un restaurante y comprobar que la calidad en los productos que se degustan y el trato que se recibe continúa siendo impecable es una satisfacción que resulta complicada de explicar. Coincidiendo con la puesta en marcha de Sabormadrid.es en el mes de septiembre, Shikku Izakaya nos abrió sus puertas para conocer más a fondo su oferta de gastronomía de inspiración oriental, aunque con el toque personal del chef Rafael Sánchez.

Seis meses después acudimos de nuevo a la cita con el establecimiento del Grupo Shikku en la calle Doctor Fleming con un claro objetivo. Comprobar que la experiencia que nos brindaron entonces continúa intacta hoy en día. Y el resultado, en este caso, no puede ser más satisfactorio.

Shikku Izakaya no es un restaurante japonés al uso. Desde su nombre –Shikku significa chic, elegante, mientras que Izakaya se traduce como taberna– son muchas las diferencias que se diferencian de la oferta tradicional en este tipo de restaurantes, algo que se constituye a su vez en uno de sus principales atractivos.

Y es que este proyecto de Galo García-Miñaur y del propio Rafael Sánchez transmite por un lado modernidad, gracias a sus distintos ambientes y a su decoración –responsabilidad de Leticia, mujer de Galo-, y al mismo tiempo la gran cercanía y calidad en el servicio, que invita a permanecer en sus estancias durante mucho más tiempo del que dura la propia degustación.

David González, su barman, nos recibe con una de sus especialidades a modo de aperitivo. Un cóctel Asami, preparado con una base de kiwi natural y jengibre, ginebra, zumo de lima y de uva, y un toque de vino blanco, que le supuso el título de campeón de España y subcampeón del mundo de G-vine. La combinación de los sabores frutales con la frescura del jengibre hacen de este cóctel una gran alternativa a los aperitivos tradicionales.

Ya sentados en la mesa, alrededor de su mesa Teppan-Yaki, recibimos como primer entrante una sopa Dobin-Mushi, elaborada con un fondo de marisco, y coronada con un huevo escalfado de codorniz. Suave, ligera y equilibrada, un plato muy a tener en cuenta en plena ola de frío invernal. El tartar de atún rojo macerado en aceite de sésamo llega a nuestras mesas minutos después, convirtiéndose en el primer contacto con sabor a mar que aporta el pescado fresco. Delicioso. Como también lo fue el tataki de salmón con miso y mostaza que lo acompañó.

En un restaurante de inspiración oriental y japonesa no puede faltar el tradicional sushi. Y la experiencia de Rafael Sánchez y su gusto por la fusión de sabores aparece en forma de surtido de nigiri. De pez mantequilla con trufa, de hamachi braseado con mantequilla de ponzu, de calamar con ali oli ligero, o una de sus especialidades, el nigiri de arroz crujiente con toro en conserva, de textura más que recomendable a aquellos para los que comer pescado crudo es una experiencia lejos de sus intenciones.

También llega a nuestra mesa otra de las muestras de que la gastronomía oriental admite variaciones que enriquecen la experiencia del consumidor. Se trata de unos Gunkan de huevo de codorniz escalfado con carpaccio de trufa negra. Resulta especialmente agradable percibir cómo la yema del huevo potencia su sabor con la trufa, y complementa el sabor a mar del alga nori y del arroz preparado tradicionalmente. Los Gunkan vienen acompañados de unos Uramaki crunchy de langostino al curry con un sabor equilibrado y sabroso que incita a comer más.

Uno de los platos estrella de Shikku Izakaya es el Black Cod, un bacalao procedente de Alaska que se macera en miso antes de ser horneado. Tal y como hicimos en nuestra primera visita, probamos de nuevo este plato, que continúa siendo imprescindible gracias a su delicada textura y a su sabor, con tintes dulces gracias a su macerado.

Este establecimiento cuenta con una plancha Teppan-Yaki, prácticamente en desaparición en los restaurantes orientales madrileños, por lo que no podíamos dejar pasar la oportunidad de probar las alternativas que esta plancha tradicional japonesa ofrece. Teriyaki de foie y lomo de buey wagyu, la maestría de Iván en la preparación de estos dos platos añade el espectáculo a nuestro almuerzo.

Y si los platos salados han mantenido el alto estándar de calidad que ha impuesto Rafael Sánchez en su cocina, la selección de postres de elaboración casera que llega a nuestras mesas no supone sino una continuación a esta tendencia. Helado de té verde, tarta fina de manzana, coulant de chocolate blanco y tarta de queso con frutos del bosque, un dulce colofón a un menú realmente agradable al paladar.

Finalizamos nuestra visita con una valoración clara. No es una casualidad que Shikku Izakaya se haya convertido en una referencia por méritos propios. Por su coctelería. Por su cocina. Por su servicio. En definitiva, por motivos que hacen que se desee volver.

Restaurante japonés Shikku Izakaya
Precio medio: de 50 a 60 €
c/ Doctor Fleming 32. Madrid
Tfno: 91 344 16 64
Dispone de aparcacoches