Las nuevas tendencias gastronómicas están apuntando hacia la vuelta a los orígenes, a los sabores de toda la vida, apostando por platos que se mantienen inalterables con el paso del tiempo. Y puede que la única alteración se refleje en una presentación más moderna o un toque personalizado. Por eso la propuesta del nuevo restaurante Barra y Mantel se centra en los buenos productos, todos de temporada y según la disponibilidad del mercado.

Barra y Mantel abrió en enero de 2019 en pleno Distrito 41 de Madrid, una de las zonas más codiciadas de la capital. La idea partió del cocinero Iván González, quien siempre tuvo su propio negocio tanto en Valencia, su ciudad natal, como en Ibiza. Tras años en Madrid asesorando a otros grupos de restauración, quiso crear un nuevo concepto, más personal, donde él se encargase directamente de seleccionar los proveedores, el equipo de trabajo o el diseño de los platos, y donde la imagen del local reflejara la identidad de su cocina. Tras comentarlo a un grupo de amigos dedicados a la hostelería, juntos se embarcaron en esta aventura, donde Iván se encarga de la gestión y dirección del negocio.

Una carta de base tradicional

Su experiencia siempre ha estado ligada a la cocina de producto y mediterránea, adaptada a las ciudades donde trabajó. Y esa misma experiencia la ha querido plasmar en una carta de corte clásico y basada en platos tradicionales, que nunca pasen de moda: buenas carnes y pescados, arroces o guisos, entre otros. A éstos siempre trata de añadir un toque personal pero siempre respetando los sabores de base de la materia prima. Es, en definitiva, un restaurante honesto, con platos sencillos y ricos; un concepto cuidado en el que semanalmente ofrecen dos o tres sugerencias fuera de carta, según los productos de mercado y de temporada. Así logran aportar dinamismo tanto a la cocina como en la bodega, aunque manteniendo siempre una línea de tradición.

Las raíces valencianas de Iván González se notan en su buena mano para los arroces, aunque también disfruta preparando guisos de toda la vida, como garbanzos con rape y espinacas, verdinas con perdiz o callos de ternera. Eso sí, el plato más exitoso es el de canelones de solomillo y trufa; una receta que lleva cocinando desde hace diez años. También triunfan las albóndigas de chuletón (elaboradas con carne madurada durante 50 días), las conservas que proponen para el “vermuteo” o los platos de verduras. Para ello, cuentan también con grandes proveedores, como Pescaderías Coruñesas y O Percebeiro (pescados y mariscos), Balfegó (atún) Joselito (ibéricos) Amelie (ostras), Quesería Cultivo (quesos) o la carne, de un carnicero burgalés que selecciona a dedo sus propias vacas en Galicia y solo provee de su carne en Madrid a Barra y Mantel.

La bodega es otro de los puntos fuertes de este restaurante. Está expuesta a la entrada del local y cuenta con 100 referencias españolas, francesas y algunas alemanas.

Este restaurante cuenta con una cocina en horario ininterrumpido, pero para las tardes, han diseñado una carta específica, más breve, que permite comer o picar de 16h a 20h, pensada para acompañar con un vino, como una tabla de quesos, conservas, ibéricos o bocatines. También la coctelería es uno de sus puntos fuertes, en una línea de cócteles clásicos que también pueden acompañar la comida a cualquier hora del día.

Una sofisticada taberna

Barra y Mantel es, en definitiva, un espacio polivalente en el que todos los rincones tienen su importancia. A la entrada, una gran barra central y mesas altas dan la bienvenida al comensal, junto a la bodega expuesta en una amplia vitrina. Al fondo del salón, las mesas redondas con mantel de lino están dispuestas con una separación suficiente para aportar cierta privacidad. Junto a la cocina vista se encuentra “la mesa del chef” con capacidad para 7 comensales; la más privada de todas. En la decoración destacan el suelo de baldosa hidráulica alrededor de la barra y una tarima de madera oscura para el resto del salón. Las paredes combinan un gris oscuro con un estiloso papel pintado de Pepe Peñalver, a juego con la tapicería. En las paredes lucen los nombres de algunos oficios y negocios de antaño, como cuchilleros, libreros, sombrerería o vinoteca, e imágenes de Madrid de los años 40 y 50, en representación de la época en la que está inspirado el restaurante.

Barra y Mantel tiene capacidad para 80 comensales en el interior y en breve dispondrá de una terraza exterior con capacidad para unos 20 comensales.

BARRA Y MANTEL

Dirección: c/ Jorge Juan, 50. 28001 Madrid
Teléfono: 91 064 45 98
Horario de cocina: de lunes a domingo, de 13h a 00h.
Precio medio: 45-50€
Web: www.tabernabarraymantel.com
Instagram: @barraymantel