Mr. Frank es la combinación perfecta de elementos decorativos y excelente gastronomía que día a día conquista los paladares más selectos de Madrid. Sus constantes cambios tanto en la carta como en el local hacen que nunca te aburras de visitarlo y quieras volver una y otra vez.

El Congreso de los Diputados, el Círculo de Bellas Artes y el Museo Thyssen son algunos de los emblemáticos lugares que rodean este delicioso restaurante que ofrece productos de toda la vida pero reinterpretados y muy creativos.

En el plano gastronómico, los platos de Mr Frank harán las delicias de los clientes más exigentes.  Su carta, corta pero de lo más completa, combina cocina de autor con toques creativos y recetas más tradicionales, a la que poco a poco se van incorporado nuevos platos como la Lubina Cítrica, la Pincanha de chimichurri con mango, los Langostinos Saganaki o la Ensalada Melosa.

La esencia de Mr. Frank es la trayectoria de su creador Paco Ramos y su carta bebe de los lugares del mundo donde han vivido. Algunos de sus platos son de inspiración griega, lugar de procedencia de la mujer del dueño, y de Sudamérica, donde el chef vivió durante muchos años y aprendió trucos de cocina. La presentación, la combinación de ingredientes y la creación de sabores son, sin ninguna duda, la marca de Mr. Frank.

No te vayas sin probar el delicioso Risotto de boletus con queso idiazábal, el Pulpo asado con rebuchón de patata y aceite de pimentón, el tataki de atún sobre algas wakame en ensalada y mayonesa de soja y el espectacular Solomillo de Buey sobre gratín de patata con queso emmental y gratinado de crema al bourbon, con el que disfrutarás de cada bocado. Pero aquí no acaba todo, ya que Mr. Frank te ofrece tanto postres como la posibilidad de tomar una copa al acabar de comer.

Sin embargo no será necesario que pruebes sus platos para disfrutar, ya que nada más entrar al restaurante te quedarás embobado admirando la decoración. Mr. Frank dispone de dos espacios totalmente diferenciados, cada uno con su propia utilidad. La planta baja llama la atención por su cueva típicamente madrileña, que está recubierta de ladrillo y crea un ambiente informal y distendido ideal para tomar una copa o picar algo con amigos.

En la planta superior destacan sus ya famosos palés de madera que recubren las paredes y techos y las cabezas de animales hechas con mimbre. Grandes ventanales que aportan mucha luminosidad y sus cómodos cojines completan su cuidada estética que te enamorará desde el primer momento.

Dirección: Jovellanos, 6.

Teléfono: 91 420 45 54.

Precio medio: 30 euros.