El lema de este magnífico restaurante es “Del cielo a Madrid…”, una manera de reflejar la cercanía de Cantabria a Madrid, ya que ella, La Bien Aparecida, se sitúa en un santuario que está a trescientos metros sobre el nivel del mar y viene hasta la capital reflejada en sus diferentes platos.
Algo muy relevante es que cocina de la tierra que le facilitó ese gran don que posee en los fogones. Es decir, se trata de un restaurante cántabro de primera con sus correspondientes productos autóctonos de excelente calidad.
El restaurante está situado en la calle Jorge Juan, en plena milla de oro madrileña. Se trata de un enclave muy comprometido y con mucha competencia gastronómica debido a la cantidad restaurantes situados en él, y que son dignos de conocer porque llaman la atención además de por sus platos, por su decoración.
En el caso de La Bien Aparecida, fue decorado por la interiorista Sandra Tarruela, que posee un estilo propio y sabe darle a cada lugar el encanto que le corresponde. En este caso optó por una decoración bonita y original con gran cantidad de mesas altas, modernas y elegantes y se centró en proporcionarle mucha luz al local.
Está dividido en tres grandes plantas, en la principal únicamente está ubicada la recepción, decorada con un gran mural de abanicos con acabados en color oro. La planta de abajo o sótano posee un estupendo comedor y en la superior, una gran barra y dos comedores más. Esa barra está pensada para poder comer algo o picotear sin necesidad de que sea algo formal, al igual que sucede con las mesas altas de la primera planta.
En cuanto a su oferta gastronómica, al frente de la carta está José Luis Esteban, un experto cocinero que vuelve al fuego con clásicos de toda la vida. Tras haber probado numerosos platos han dejado reducida su carta a unos treinta aproximadamente entre los que no pueden faltar platos locales tan típicos como las anchoas de Santoña y las rabas.
Otros muy demandados por los comensales son el pastel de mejillones en escabeche, los canelones rellenos de rabo de toro, el arroz con pollo de corral guisado o su gran variedad de pescados frescos, que a pesar de no ser especialidades de la tierra, son platos extraordinarios que sorprenderán a todo tipo de paladares, incluso a los más acostumbrados a los diferentes sabores y texturas. Sus postres no tienen desperdicio, y son la mejor manera de poner el toque dulce a una velada agradable, donde destaca la torrija con helado de vainilla. Además, La Bien Aparecida cuenta con una gran bodega que ofrece una interesante variedad de vinos apta para todos los bolsillos.
La Bien Aparecida es, por tanto, un acierto seguro. Un lugar muy recomendable para los amantes de la buena comida que viajarán al norte de España sin necesidad de salir de Madrid. Será una experiencia única que no pasará desapercibida y que conseguirá que sin ser una persona devota, termines rindiendo culto a la Bien Aparecida.
Precio medio: 50 euros.
Dirección: Calle de Jorge Juan, 8.
Teléfono: 91 159 39 39.