Se acerca nuevo año y por ende nuevos sueños y metas, al menos para el Restaurante Treze. El espacio que ya ha seducido los paladares madrileños en San Bernardo, ha trasladado su ubicación al barrio de Salamanca.
En la planta alta, ya sentados con mesa y mantel, el chef aconseja platos como la cecina de buey Wagyu con aceite de oliva, el foie mi-cuit con confitura de manzana y Cardamomo, el lomo de canguro sobre cebolla roja y jugo de oloroso y pistacho o el cordero glaseado con papas, chalotas y frambuesa. Todo ello maridado con una carta de vinos para todos los gustos seleccionada especialmente por el sumiller y enólogo Daniel Roset reúne más de 50 referencias de la mejor calidad.
Para terminar con un dulce sabor de boca, uno de los postres de Elena, la mujer de Saúl, Créme brulée, que además de tener el toque de la experta repostera sigue la atrevida línea de presentación de los platos.
