Comenzamos con uno de los platos más castizos de la gastronomía madrileña, hablamos del ‘cocido madrileño‘, que servido en tres vuelcos, merece la pena probar. Primero pondremos a remojo los garbanzos el día antes de su elaboración con un poquito de sal, al día siguiente y ya listos con el resto de ingredientes los escurrimos bien, y lavamos las carnes que vayamos a emplear. En una cazuela (también lo podemos cocinar en una olla, pero esta vez lo haremos a fuego lento, al estilo tradicional) ponemos a cocer los huesos, la carne de morcillo, la carcasa y la pechuga de la gallina o el pollo (lo que más nos guste), el tocino (o panceta), el chorizo e incluso una morcilla. Cuando comience a hervir, bajamos la intensidad del fuego y tras quitar, con una espumadera, la espuma que va surgiendo, incluiremos los garbanzos. Sacamos los huesos e introducimos la verdura lavada y cortada (repollo, zanahorias y puerro). Casi al final, añadiremos las patatas. Ya sólo queda separar el caldo para hacer la sopa de fideos, aunque también se puede hacer de arroz. Una vez lista, nos vamos a la mesa dividiendo el cocido en tres partes: la sopa, los garbanzos acompañados de la verdura, y por último un plato con las diferentes carnes.

Al igual que en el caso anterior, cuando llega el frío apetecen platos de cuchara, así es que siguiendo con nuestro post especial de recetas nos ponemos manos a la obra para cocinar unos ‘callos a la madrileña‘. Lo primero de todo es limpiarlos, así es que para ello los dejaremos durante dos horas en un recipiente con agua y vinagre. Transcurrido ese tiempo, los lavamos bien para que pierdan el olor que han adquirido en el agua, y a continuación los ponemos a cocer en una cazuela junto con el morro y unas manitas. En cuanto empiece a hervir, escurrimos y con agua nueva agregamos la morcilla, el tocino, el chorizo y condimentamos con cebolla, clavos, un poquito de nuez moscada, y ajo. Lo tapamos y dejaremos que se cueza durante casi tres horas. En un sartén picaremos cebolla y le añadiremos pimentón, ajo y perejil. Este sofrito se añade a la cazuela, removemos para integrarlo con el caldo y lo dejamos unos minutos más a fuego lento. Antes de servir, retiramos el chorizo y la morcilla para picarlo en rodajas, lo incluimos nuevamente, y… ¡a la mesa!

Otra de nuestras sugerencias son las ‘gallinejas‘, muy conocidas en la capital y fáciles de preparar. Normalmente ya vienen limpias de la carnicería, pero si preferís podemos limpiarlas nuevamente antes de cortarlas, quitando la grasa y sumergiéndolas en un recipiente con agua y vinagre. Después las pasamos por el grifo para retirar los restos de vinagre y las troceamos con un tamaño aproximado de 3 centímetros. Por otro lado, ponemos abundante aceite en un sartén y cuando esté caliente, ponemos las gallinejas troceadas a freír. Una vez que estén doradas las retiramos y las colocamos sobre un papel para que absorba la grasa sobrante. A continuación las servimos en una fuente con un poquito de sal, y ya estarán listas para comer. Date prisa en hacerlo, porque cuanto más recientes más sabrosas y crujientes.

En la cocina madrileña también hay espacio para los pescados. A continuación os presentamos una receta fácil y sabrosa, el ‘besugo a la madrileña‘. En un recipiente mezclamos pan rallado, cebolla, perejil, ajo, zumo de limón, vino blanco y pimienta hasta conseguir una masa homogénea. Preparamos unas rodajas de cebolla y patatas, y las colocaremos junto al besugo en la bandeja del horno y con la mezcla previamente preparada. Salamos, lo metemos al horno durante aproximadamente 20 minutos a 160º-180º, y ya estará listo para comer.

Para endulzar cualquier menú, podemos preparar unos ‘buñuelos‘ poniendo en un cazo leche, azúcar, sal y mantequilla. Una vez que todo esté integrado, ponemos harina y a fuego lento removemos hasta conseguir una masa homogénea. Una vez hecho esto lo separamos en un bol y dejamos que se enfríe un poquito para poder añadir los huevos. Removemos para que se incorporen a la masa y ponemos anís machacado. Cuando esté listo lo metemos en una manga pastelera y comenzamos a hacer bolas con las manos, que previamente habremos humedecido con aceite frío. Las pasamos a la sartén con aceite bien caliente y las retiramos cuando adquieran un color dorado. Ahora sólo queda poner canela y más azúcar y presentarlas para comenzar a degustarlas… ¡deliciosas!

Esta es sólo una pequeña muestra de los platos que podrás encontrar en la cocina madrileña, que a buen seguro, si te animas a prepararlas tú mismo, ¡te encantarán!