Este mes es protagonista uno de los alimentos más populares en la cultura gastronómica española, un plato del que nos sentimos orgullosos, ese que es difícil que no le guste a alguien y casi imposible que falte en las reuniones familiares. ¿Aún no sabéis cual? Efectivamente es la tortilla española o tortilla de patatas, cuyo día se celebra en Madrid tradicionalmente el 9 de marzo en el municipio de Fuenlabrada.

Día en el que los madrileños rinden homenaje a Santa Juana en una popular romería que se lleva a cabo en Valdeserrano. Una tradición que los fuenlabreños mantienen viva desde hace muchos años, y que tiene su origen en el siglo XVI, cuando los campesinos acudían a Cubas de la Sagras para venerar a Juana Marqués o más conocida como «la Santa Juana». A esta mujer se le atribuyeron numerosos milagros, en cambio, nunca se la llegó siquiera a beatificar.

Hoy en día ya no se realiza el mismo itinerario que en antaño, sino que el día de Santa Juana se ha convertido en un día festivo, que se conoce popularmente como el Día de la Tortilla, en el que las familias y amigos disfrutan del campo o de una sencilla excursión sin que se les olvide lo más importante del picnic, la tortilla.

Estas jornadas tienen un gran arraigo en toda la ciudad.  Miles de aldeanos se acercan este día hasta Fuenlabrada para probar la exquisitez de la tortilla de patata con el pan elaborado espacialmente para la ocasión. Además durante todo el día se desarrollan diferentes actividades y atracciones para que no falte la diversión.

La tortilla de patata es un plato muy considerado dentro de la gastronomía de toda España, de hecho en Madrid contamos con locales especializados en este plato. En muchos países del extranjero se convirtió en el alimento que mejor representaba nuestra cultura culinaria. Sus diversas opciones a la hora de prepararse, su exquisito sabor y la sencillez de su receta lo han convertido en un icono gastronómico. Eso sí, es importante coger el punto para que nos salga sabrosa y esponjosa, algo que se puede conseguir sin tener que ser un prodigio de los fogones.

Huevo, patata, sal, posiblemente cebolla y ¡listo! ya tenemos la variante más sencilla de uno de los platos estrella de nuestro país, en cambio, la variedad de tortillas de patata puede ser muy amplia. Con un poco de imaginación se pueden crear recetas sorprendentes. Con bonito, con jamón o con pimiento son algunos de los clásicos, pero también se pueden hacer combinaciones más elaboradas como una sabrosa tortilla de calabacín con queso y pimiento. Una vez se haya cogido el truco a la receta base las posibilidades son infinitas. Ya se sabe que para hacer tortilla hay que romper huevos.