El juego del arte. Pedagogías, arte y diseño

Últimas dos semanas. Hasta el 23 de junio

Recuerda que la entrada es libre y el horario es de lunes a sábado de 11:00 a 20:00 y domingos de 10:00 a 15:00.

En las últimas décadas, la relación entre el arte del siglo XX y el juego, la educación, la infancia o lo primitivo ha sido objeto de no pocas exposiciones: algunas se han dedicado a los juguetes populares; otras a los juegos y juguetes diseñados por las vanguardias o por artistas, arquitectos y diseñadores contemporáneos; y otras al dibujo o la literatura infantiles, a los libros de artista o a aquellos ilustrados para niños.

 

Hermann Finsterlin, Zweifelswagen
[Coche dubitativo],c. 1928.
Staatsgalerie Stuttgart.
Donación de Erben Finsterlin.
© bpk / Staatsgalerie Stuttgart

Sin embargo, las investigaciones que han rastreado la influencia que han tenido los nuevos modelos pedagógicos aparecidos en el siglo XIX dedicados tanto a la educación del niño como a la enseñanza del dibujo, base de la práctica artística en las vanguardias (y, por tanto, también en el arte, la arquitectura y el diseño de todo el siglo XX, herederos de aquellas), no se han plasmado en una exposición. Una muestra como esa implicaría, como es natural, mostrar los más variados juegos educativos y materiales didácticos y, junto a ellos, las obras de arte, en un único espacio visual eficaz.

Maria Montessori, Bloques matemáticos
para realizar ejercicios de psicoaritmética, c. 1890.
Colección Juan Bordes, Madrid. © Foto: Dolores Iglesias

Precisamente este es el relato pretendido por El juego del arte. Pedagogías, arte y diseño, una exposición que quiere hacer patente cómo las novedosas pedagogías del siglo XIX más radicalmente basadas en el juego y en la experiencia del «dibujo para todos», inspiradas por el Emilio (1762) de Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) y cuyo destilado más conocido quizá sea el sistema del Kindergarten de Friedrich Froebel (1782-1852), han sido un germen tan eficiente como desatendido del gran cambio introducido en la tradición por el arte moderno, junto con la emulación de la tradición artística (o la ruptura con ella), el conocimiento de otras culturas y épocas o la influencia de la literatura y las corrientes intelectuales del momento. La muestra quiere, pues, hacer visible que la génesis del arte moderno también se encuentra en la infancia de sus protagonistas y en la educación que recibieron.

Con préstamos procedentes de colecciones e instituciones públicas y privadas nacionales e internacionales, la exposición confronta una amplia selección de manuales y métodos de dibujo, de materiales, recursos y juegos educativos procedentes de la colección de Juan Bordes, comisario invitado de la muestra, con obras de los principales artistas, arquitectos y diseñadores del siglo XX. En El juego del arte. Pedagogías, arte y diseño, que cuenta también con Norman Brosterman y Juliet Kinchin en su equipo curatorial, los juegos educativos se alinean con las obras de arte y el diseño del siglo XX atendiendo no solo a sus similitudes formales –que son evidentes–, sino también a los casos históricamente documentados de tantos artistas efectivamente educados en las nuevas pedagogías. Ambos se presentan como ejemplos de una atmósfera común a la educación y al arte. Si se empieza educando a los niños como artistas que deben aprender jugando, no es extraño que ya adultos se entiendan a sí mismos y se comporten como verdaderos profesionales de la infancia, que dedican el serio juego de sus vidas a ese otro juego, elemental y elevado, divertido y reflexivo a la vez, que describe las mejores versiones de las artes de nuestro tiempo.


 

«Se ofrecen piezas magistrales y abundantes en una atmósfera rebosante de color, encanto e ingenio inventivo. Un oasis»

Manuel HidalgoEl Mundo

«Se han colocado más de 300 manuales y métodos de dibujo, colocándolos frente a obras de los principales artistas del siglo XX. […] El resultado es verdaderamente sorprendente»

José María ParreñoEl Cultural

«El juego del arte pone de relieve la importancia que el pensamiento filosófico ha dado siempre al juego.»

José JiménezABC Cultural

«A la vista de esta exposición, quizá el arte del siglo XX haya sido el juego más serio (y menos trivial) de todos.»

Carlos PrimoEl País