La exposición, que se inauguró el pasado 27 de abril, reúne en el Reina Sofía la primera retrospectiva del artista desde hace los años 70. Partiendo de las paranoicas ideas del autor se hace una retrospectiva en la que se toman como muestra las proyecciones del protagonista tanto del pasado como del futuro.

En orden cronológico, y a lo largo de más 200 obras, se recalca la importancia de la herencia artística que dejó como legado. Así como de su carácter, que si bien se ha calificado de perturbador, consiguió propagarse y atravesar los límites sensoriales y cognitivos de la audiencia.

Como punto fuerte de la muestra se recalca el periodo surrealista, cuando se encuentra al Dalí más trastornado y crítico. Pero por encima de todo, la exposición pretende descubrir al filósofo y pensador que, a través de sus obras, logró esbozar los problemas y preocupaciones de la época de la vanguardia de forma magistral. 
De todos los Dalís que hemos conocido, esta exposición quiere reivindicar al pintor surrealista, al filósofo del arte que en sus textos planteaba los grandes problemas a los que se enfrentaba la vanguardia.
Cabe destacar que ya en sus primeros fines de semana batió records de visitas, y a día de hoy, sigue siendo una opción para un buen plan en la capital.
Si se quiere terminar la tarde con una cena en la que seguir disfrutando de creatividad, aunque eso sí, esta vez aplicada a la gastronomía, recomendamos el nuevo restaurante de Pedro Larumbe. A pocos minutos del Reina Sofía ( se encuentra en el paseo de la Castellana) podremos deleitarnos con la cocina innovadora del chef navarro.