Desayuno, tentempié al mediodía, comida, merienda y cena. La clave para adelgazar es tener una alimentación sana y equilibrada pero ¿qué pasa con la última comida del día, cómo debe ser?

No hay que saltarse ninguna de las 5 comidas al día, ya que nuestro cuerpo necesita ingerir alimentos continuamente y tener el estomago ocupado. Al saltarnos las comidas nuestro cuerpo tiende a acumular más cantidad de grasas previniendo la falta de alimentos a lo largo del día.

El verano incita al picoteo en las terrazas, a la cervecita de más o al descuido en el día a día por el calor y los pocos ánimos para cocinar. Pero si queremos mantener la forma este verano o incluso bajar algunos kilos las cenas pueden ser nuestras aliadas.

La cena debe ser ligera y nutritiva. Debemos evitar las grasas, los fritos, los alimentos precocinados, las cenas de picoteo y las bebidas gaseosas o alcohólicas. No sirve de nada cuidarse y comer bien durante el día si a la hora de cenar ingerimos una cantidad desproporcionada de calorías. La última comida del día debe vencer la ansiedad y el cansancio y permitirnos acabar el día sin calorías de más, sobre todo si se han descuidado las anteriores comidas del día.

Para que nuestra cena sea sana y equilibrada debe ser en base a las verduras y proteínas, evitando los hidratos de carbono que habremos ingerido ya durante el día y la comida basura. Ahora en verano, gazpachos, cremas, ensaladas, o verduras a la parrilla, son platos ricos en vitaminas y sin muchas calorías. Se pueden acompañar con pollo, pavo a la plancha o pescados (ni fritos, ni rebozados) que al ser ricos en proteínas tienen un efecto saciante. No hay que olvidar acompañar la cena con algún yogurt bajo en calorías o fruta. Hay que evitar en la cena las frutas con más azucares como son el plátano, el melón o las uvas.

Para beber, el mejor aliado para limpiarnos por dentro es el agua, es preferible tomarla antes y después de la cena y en menor cantidad durante ésta.

Os dejamos algunas ideas de cenas para cuidaros este verano.

  • Parrillada de verduras con pollo: tomate, espárragos, calabacín, berenjenas a la parrilla y para acompañarlas un filete de pollo a la parrilla.
  • Salmón al papillote con verduras: Salmón al horno, al papillote, cocinado en su propio jugo, con una base de calabacín y tomate.
  • Judías verdes con jamón: Un buen plato de judías verdes rehogadas con taquitos de jamón para darle un poco más de sabor.
  • Revuelto de espárragos y gambas: Huevos con espárragos verdes y gambas, un equilibrio perfecto.
  • Gazpacho o crema de verduras con pavo a la plancha o merluza a la plancha.
  • Ensalada mixta: Lechuga, canónigos, tomate, huevo duro, cebolla y atún. Se puede añadir, tiras de remolacha o zanahoria. El gran error de una ensalada es añadir ingredientes como los quesos o las nueces. Cuidado con el maíz que tiene un gran aporte calórico. Las salsas se deben evitar, el mejor aliño es el aceite y el vinagre.
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