Con la llegada del verano la despensa se llena de una gran variedad de alimentos propios de esta época del año. Gracias a nuestra diversa gastronomía contamos con alimentos frescos, saludables y nutritivos que pueden aportar múltiples beneficios a la salud. Solo hay que saber elegir bien los alimentos que se consumen y conocer las propiedades de cada uno de ellos.

Debido a una exposición excesiva al calor se empiezan a notar síntomas negativos en el organismo que pueden ser causa de deshidratación y sometimiento a altas temperaturas. Por eso hay que tener en cuenta la capacidad de algunos bocados de aliviar estas manifestaciones del cuerpo gracias a sus valores nutricionales.

Uno de los grandes ejemplos es el esparrago triguero, a pesar de su poco atractivo puede resultar el mejor acompañante para ensaladas y platos de esta temporada. Además de dar sabor a cualquier receta, guarda grandes secretos y propiedades en su interior que son perfectas para el funcionamiento de nuestro organismo.

Uno de sus grandes encantos es que posee un cantidad de calorías muy baja, por 100 gr estamos consumiendo tan solo 20,84Kcal. Y no solo eso, sino que al tener un alto contenido en fibra produce sensación de saciedad durante más tiempo, lo que ayuda a reducir el apetito.

Pero su utilidad va mucho más allá del régimen , y es que gracias a su alto contenido en vitaminas A y C actúa como un perfecto antioxidante. Así mismo su concentración de vitaminas del complejo B lo convierten en el alimento ideal para respaldar la función cerebral y el sistema nervioso.

Otros dos grandes aliados contra la subida de las temperaturas son la sandía y el melón. Dos frutas protagonistas en verano que se convierten en el postre perfecto para cualquier ocasión. Sus propiedades sirven de gran utilidad para que el organismo funcione de una forma regular en estos meses de tanto calor.

Ambas tiene un alto nivel de vitamina A, en forma de carotenos. Esto ayuda a la prevención de diversos tipos de cánceres, así como a reducir el colesterol. Por tanto este tipo de alimentos no ayudan solo a la pérdida de peso sino que, al igual que los espárragos, tienen múltiples beneficios para la salud.

Uno de los cometidos más desconocidos  de estos dos tentempiés del verano es su función reparadora de la piel. Esto se debe a su alto contenido en vitamina C, que ayuda al organismo a producir colágeno. Son el alimento perfecto si se quiere reparar alguna zona dañada por quemaduras, heridas o incluso cicatrices de cirugía.

Muchas veces tendemos a igualar la sandía y el melón, pero la realidad es que guardan algunas diferencias a tener cuenta. Aunque en muchos aspectos son casi idénticas como: la cantidad de kilocalorías que contienen o los hidratos de carbono, en otros aspectos son incompatibles.

El melón tiene más sodio que la sandía, por tanto no sirve para las dietas de los hipertensos. Además el melón contienen  mayor cantidad de fibra, esto hace que aunque las dos sirvan como remedio ante la astricción el melón funcione en mejor medida.

A continuación mostramos una tabla de los valores nutricionales de la sandía y el melón para que comprobéis sus diferencias: