La llegada del frío trae con él los primeros resfriados y catarros, es difícil esquivar en estas fechas el virus de la gripe. Por ello es el mejor momento para reforzar nuestro sistema inmunitario, a base de un dieta equilibrada formada por alimentos que nos ayuden a estimular nuestras defensas, con el fin de que las bajas temperaturas no nos pillen desprevenidos.

Es importante tomar nutrientes que contengan alto contenido en Vitamina E, como las espinacas y las almendras; Vitamina C que la podemos encontrar en los cítricos, la papaya, el pimiento verde y en vegetales de hoja verde; Vitamina A que está contenida en la calabaza, la zanahoria y el melón dulce; Vitamina B6 que se puede tomar a través de la pechuga de pollo, el atún y el plátano, y Vitamina D a través de alimentos como el pescado azul, la leche o el huevo.

Además es recomendable consumir alimentos ricos en zinc, hierro, ácido fólico y selenio como los cereales, el brécol, los guisantes, el marisco, las sardinas, el atún, las judías, el pavo, la cebada o las nueces de Brasil. Algunas plantas como la equinácea, el tomillo, el própolis o el saúco que contienen antioxidantes también pueden ayudarnos a ganar la batalla contra las enfermedades propias del invierno.

En caso de que ya estemos acatarrados, sin duda, el remedio universal por su elaboración a base de ingredientes variados es la sopa de pollo. El pollo tiene nutrientes que nos ayudan contra la mucosidad y la congestión, y si además le añadimos cebolla elaboraremos la receta perfecta para aliviar los síntomas.