La ensalada es de por sí uno de los platos estrella de la dieta mediterránea. Utilizado a modo de entrante, para acompañar otras recetas o como un plato único más ligero, además de aportar gran cantidad de nutrientes ofrece diversas y sencillas formas de preparación.
A este respecto la Asociación 5 al día, cuyos objetivos son fomentar la mejora de los hábitos alimentarios de los ciudadanos e informar sobre los beneficios para la salud del consumo de 5 raciones diarias de frutas y hortalizas, nos traslada algunos de los principales beneficios del consumo de ensaladas: “las reinas del verano” y nos muestra una serie de pasos para crear nuestra ensalada perfecta.
Entre las propiedades de la ensalada destacan el aporte de nutrientes que favorecen las frutas y hortalizas, que además de tener un bajo índice calórico aportan vitaminas y minerales que regulan nuestro organismo y mejoran el funcionamiento de los sistemas nervioso e inmunitario y conjuntamente actúan como antioxidantes.
Igualmente, no hay que olvidar que son el alimento perfecto para proporcionarnos fibra e hidratarnos y refrescarnos en la época estival: “Más del 75% de su peso es agua, e incluso en muchas se supera el 90% como ocurre, por ejemplo, en la sandía o el pepino”.
Por último, las frutas y hortalizas como la zanahoria, el mango, los albaricoques o las espinacas, ayudan a proteger la piel de la exposición al sol.
Como indica en el díptico, con una base elaborada con distintos tipos de lechuga, brotes, canónigos, espinacas, acelgas, etc. se recomienda añadir un poco más de verde. Estos serán los elementos que formen nuestro plato: el pepino, el pimiento verde o el aguacate, son algunas de las opciones por las que podemos decantarnos. Igualmente, a este fondo se recomienda añadir un toque de color con alimentos sanos como incluyendo manzana, melocotón, mango, zanahoria, remolacha, apio, tomates, maíz, etc. Para aportarle el toque final nos recomiendan un toque crujiente y original con frutos secos y algún otro alimento saludable como surimi, pavo, huevo, pollo, atún o queso fresco. De este modo logramos ensaladas diferentes, sanas y nutritivas.