Días como hoy, en plena Navidad, son especialmente complicados de cara a la nutrición. Se calcula que de media en estas fechas engordamos una media de dos kilos. Pero las consecuencias pueden ser más graves, los problemas de hipertensión, diabetes y enfermedades digestivas son las causantes de un gran número de ingresos hospitalarios.
La SEEN (Sociedad Española de endocrinología y Nutrición ) junto con la SEEDO (la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad) han elaborado una serie de recomendaciones para evitar estos problemas.
Lo primero es tratar de no variar en exceso los hábitos de alimentación y ejercicio. El hecho de que sean unas fechas especiales muchas veces nos lleva a saltarnos comidas o a intentar “reservarnos” para las comilonas, pero lo adecuado es no saltarse ninguna toma. Se recomienda comer de todo un poco, pero sin repetir y teniendo consciencia de las cantidades que se ingieren.
Es importante moderar el consumo de alcohol durante las cenas y comidas ya que además de provocar diversos problemas relacionados con la salud contiene un gran índice de calorías
Equilibrar el menú contrarrestando platos fuertes y grasos con entrantes ligeros. Además, el famosos “picoteo” es algo que debemos evitar tanto durante la preparación de la comida como mientras esperamos a los demás comensales.
Por último, aunque esta sea la época en excelencia de los dulces, no hay que olvidar que la fruta es fundamental, ya que forma una parte importante de la pirámide nutricional y aporta un gran número de vitaminas, agua y además, en la mayoría de los casos contiene pocas calorías.
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