Seguir una dieta adecuada que aporte energía al organismo. Para ello deberíamos:

  • Beber abundante cantidad de agua (entre dos litros y dos litros y medio al día). Realizar de cinco a seis comidas diarias.
  • La comida más importante del día debe ser el desayuno, pues nos debe aportar la energía suficiente para hacer frente a toda la jornada. No debe faltar: pan integral, proteína magra (como pavo o jamón dulce) y un cítrico que nos aporte una dosis extra de vitamina C.
  • A media mañana, hacer un tentempié con frutos secos o un lácteo.
  • La comida debe ser a base de verdura de hoja verde, acompañada de proteínas magras (pollo, pavo, ternera magra) y un hidrato de carbono de absorción lenta, patatas asadas o una porción de arroz.
  • No debemos saltar la merienda, a base de fruta o tostadas integrales.
  • Evitar las cenas pesadas y repetir el consumo de verdura de hoja verde con proteína

Aquí te dejamos consejos de ciertos alimentos que son una fuente de energía:

  • Frutos secos. Las semillas ricas en grasas son: la nuez, el anacardo, la almendra, la avellana, las pipas de girasol y el cacahuete, entre otros.
  • Verduras de hoja verde. Su color verde se debe a la clorofila. Hay una gran variedad de estos alimentos y son necesarios imprescindibles en la dieta diaria. Su escaso aporte de calorías y su gran contenido en vitaminas dotan a este alimento de un gran valor energizante. En su composición destacan las vitaminas A, C, B, E y K, los minerales como el hierro, magnesio, potasio y calcio, y su elevada cantidad de fibra
  • Chocolate puro. Cuanto más puro, mejor. El chocolate es fuente de energía y mejora el estado de ánimo. La presencia de estimulantes en su composición hace de este alimento una buena elección para mantener la energía del cuerpo (además de darse el gusto). El chocolate es un alimento rico en magnesio, potasio, fósforo y hierro, vitaminas A, E, B1 y B2, lípidos y proteínas.
  • El arroz, las patatas, la pasta, el pan, las legumbres y la gran mayoría de cereales son alimentos ricos en hidratos de carbono y aportan la energía necesaria para el buen funcionamiento físico y psíquico de nuestro organismo.
  • Carne magra. Carne magra significa con poca grasa, es decir, la parte del animal con menos cantidad de grasa. La carne magra del cerdo y la ternera, el pollo sin piel y el pavo son una importante fuente de proteínas. Sobre todo, aportan tirosina, un aminoácido que aumenta la concentración y el estado de alerta. Son carnes con una elevada cantidad de vitamina B12, que ayuda a combatir los estados de depresión y cansancio.