Cuando se trata de cervecear, tapear, salir de copas o hacer fiestas Madrid es una de las ciudades más aventajadas de España, se podría decir que la capital es la reina de la fiesta. Sus calles, y más en esta época del año, están repletas de bares y locales hosteleros dispuestos a hacer las delicias de todos los visitantes.

Sin duda una de las zonas más concurridas de Madrid es el aclamado Barrio de la Latina, la gran cantidad de bares que adornan sus fachadas lo han convertido en una de las zonas para salir más importantes de la capital. Ya se ha puesto de moda ir a «latinear» los domingos haciendo un recorrido por cada uno de los establecimientos que ocupan este lugar.

Los fines de semana se convierte en un auténtico enjambre donde la jovialidad y la alegría se maridan con el mejor tapeo y las mejores cervezas. Sobre todo en dos de sus calles más famosas, Cava Baja y Cava Alta. Pero, ¿desde cuándo este humilde barrio madrileño se ha convertido en el «must have» de los jóvenes gatos?

Pues aunque cueste creerlo desde que se constituyó fue uno de los puntos de encuentro  de prácticamente todos los estratos sociales. Entre sus rincones convivían y se integraban miembros pertenecientes a la Nobleza con la clase media y otras clases más bajas. Además fue un lugar en el que se instalaron múltiples artesanos dándole ya el carácter de ocio por el que ahora se le conoce, los diferentes gremios que se acomodaron entre sus calles fueron dándolas nombre.

Tanta diversidad se debía a la situación, en pleno centro de la capital, y a que escondía diferentes edificios como palacios e iglesias que lo convertían en el lugar perfecto para todos. El batiburrillo era propio de un barrio dinámico y lleno de historia. Más tarde se rompió esta unión entre las clases cuándo se derribaron las parécelas más importantes con la intención de hacer corralas para familias. Los más adinerados huyeron del lugar abriendo paso a una casta más baja donde la pobreza era patente.

En la segunda mitad del siglo XX se volvió a dar la vuelta al cuento, cuando en las autoridades hicieron conciencia de la importancia histórica del enclave. Se han reformado muchos edificios, sin perder la tradición, y se ha revalorizado la zona haciendo que se alce como una de las principales zonas de ocio de la ciudad.

Sin duda no hay mejor plan gastronómico que ir a rutear este verano por las calles del Barrio de la Latina. Seguro que encuentras el mejor ambiente y los mejores bocados en cada uno de sus establecimientos hosteleros. Además puedes visitar los tejados de la ciudad y ser un verdadero gato en una de nuestras terrazas favoritas: el viajero.