No es ninguna noticia que algunas pizzas, al igual que el vino, mejoran con el tiempo. Parece casi algún tipo de encantamiento. Eso que anoche era una pizza sin más, se convierte, previa estancia de al menos 10 horas en un horno o microondas apagado, en un manjar de los dioses.

Tampoco es nada extraño si añadimos que en Estados Unidos ( y otros tantos países) una de las comidas por excelencia es precisamente la pizza.

Lo extraño es que, precisamente en EEUU, en el estado de Massachusetts, se ha creado la “pizza eterna”: una pizza que se mantiene en perfectas condiciones sin refrigeración ni congelación hasta 3 años. La investigación parte del equipo de científicos de un Laboratorio Militar se ha llevado a cabo con el fin de diversificar el menú de los soldados y, de paso, concederles una de sus típicas demandas.
«Básicamente se podría tomar la pizza, dejarla empaquetada en el mostrador durante tres años y todavía sería comestible» explicaba la autora principal del trabajo Michelle Richardson. Atrás quedaron aquellas “piedras al estomago”, bordes con los que realmente se convertían en duros martillos o masas “más duras que la suela de un zapato”.
Los ingredientes humectantes utilizados, como azúcar, sal y jarabes, hidratan el alimento pero impiden que el agua pase a la masa, por lo que no aparecen ni moho ni otras bacterias.
En apariencia y textura, es algo semejante a un pan un poco húmedo y no muy crujiente, pero según los catadores, el sabor se asemeja mucho.
Fotografía: Trattoria Malatesta