Rafael Basurto nació en México, y desde muy pequeño demostró que tenía unas condiciones artísticas especiales. Con solo cinco años ya tocaba la guitarra y cuando cumplió ocho descubrió al “Trío Los Panchos”, grupo en el que ingresó en noviembre 1977. Ahora Rafael Basurto, voz de los Panchos, presenta con Tamara “Encadenados al bolero”, un concierto el próximo 10 de junio en el que se repasarán los boleros que dieron la fama a ambos intérpretes así como nuevas canciones.

Hemos estado charlando con Rafael Basurto sobre el espectáculo, música y gastronomía.

Háblanos de este nuevo concierto que vais a hacer…

Realmente para mí es una sorpresa, al igual que lo será para el público. Traer a una señora que canta tan bien como Tamara será estupendo. Esa mezcla de bolero clásico con el nuevo puede generar algo muy bonito, ofreciendo algo inesperado. Será una sorpresa musical que tendrá de todo.

Será un gran contraste ver dos generaciones tan distintas cantando juntas

Efectivamente. Hacer esa conjunción del bolero actual con el anterior va a ser muy interesante. Cantaremos lo clásico y algunos temas nuevos, y esperamos que el espectáculo guste al público.

Cuando uno echa la vista atrás y mira sus comienzos, ¿Qué recuerda de ellos?

¡Caramba! Hay tantísimos recuerdos… Algunos buenos, otros no tan buenos… Pero los que trato de recordar siempre son esos buenos momentos.

Para muchas generaciones como la de Tamara, cuando uno habla de bolero el referente es Rafael Basurto o Los Panchos, ¿Quién es el referente para Rafael Basurto?

Los Panchos, siempre Los Panchos, desde que tenía 8 años. Yo creo que la canción “Si tú me dices ven” fue premonitoria porque yo dejé todo en mi pueblo y seguí la intuición musical que me llamaba sin saber dónde iba a caer, con quién, cuándo… La verdad que fue mi madre la que me apoyó y me empujó a hacer lo que yo quería.

¿Qué tiene de especial el bolero?

Yo no sé que tiene el bolero, supongo que la magia de juntar corazones, cuerpos, almas… Yo diría que es algo divino, es una inspiración divina. Los mejores boleristas del mundo han hecho canciones tan bonitas que considero que han sido enviados por un ángel. Decir cosas tan bonitas plasmadas con música es muy especial.

«Encadenados al bolero», tu proyecto con Tamara, es una especie de espectáculo de despedida de los escenarios…

Más que de despedida es un hasta siempre. Es hacerlo pero con calma, no como lo hacíamos antes. Lo siguiente es seguir hasta que Dios quiera, pero hacerlo de forma más pausada, con más tranquilidad. A estas alturas de mi vida cuesta trabajo ir corriendo como antes. Ahora haré las cosas con más calidad, atención… lo más grande.

Por tanto, este es el momento para verte

Así es, eso diría yo. Quiero tener en el corazón grabado no solo mi presencia en la música, sino la de todo mi público y así llevarlos junto a mí para siempre.

-¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con la comida?

La paella y las chuletitas de cordero, ¡esas me matan! Y el jamón de jabugo también me pierde.

-Todos tenemos algún plato que de pequeños nos encantaba ¿Cuál es el tuyo?

Mi hermana hacía un arroz con leche que me encantaba, y todavía lo sigo pidiendo y me trae recuerdos

-¿Qué plato evitas?

Nunca he llegado a ese punto, yo como todo lo que me pongan. (Risas).

-Comida favorita:

Todo, no puedo elegir.

-¿Cocina o prefieres que cocinen para ti?

Cocino, especialmente la comida mexicana. Actualmente vivo en Argentina y me llevo la gastronomía de mi país y ahí me pongo a cocinar.

-¿Tienes algún truco cuando cocinas?

Lo hago todo con cariño, que así sabe mejor.

-¿Qué ingrediente no puede faltar en tu mesa?

Siempre el amor. Hay una película llamada “Como agua para chocolate” que plasma que cocinar con malos sentimientos las cosas salen mal. Las cosas hay que hacerlas con amor

-¿Qué bebida eliges habitualmente para comer?

A veces un tequila, o un vinito Rioja buenísimo, pero solo una copa.

-¿En qué te fijas en primer lugar para elegir un restaurante?

En la atención. Hay muchas personas que te atienden de mala gana, así que yo prefiero ir a un restaurante que puede que no sea tan bueno pero me atiendan bien.

-¿Eres de tapas o de mesa y mantel?

Mesa y mantel preferiblemente, y si no hay, en la barra.

Dulce o salado:

Un poco de todo.

Comida rápida o lenta:

Lo más lento posible para disfrutar cada bocado. Desde pequeño me enseñaron que la digestión comienza en la boca, así que siempre como lento.

¿A qué tipo de comida rápida recurres?

Un perrito caliente o una hamburguesa, pero con lentitud.

Un restaurante para disfrutar en Madrid:

Hay muchos. Me fascina la comida japonesa por ejemplo.

Por último, recomiéndanos un rincón de Madrid para perdernos:

Detrás de la Plaza Mayor hay unos bodegones a los que me encanta ir. Además me ofrecen una paella muy especial con la que disfruto mucho.