Con 14 años se dio a conocer interpretando a Javi en la conocida serie Verano azul. Conocido también por sus papeles en las series ‘El Comisario’, ‘El Barco’ o ‘Amar es para siempre’, Juanjo Artero también ha participado en más de una docena de películas como ‘El río que nos lleva’ o ‘No Habrá Paz Para Los Malvados’ y numerosas obras de teatro.

Hemos estado charlando con el actor sobre Verano azul, de su nueva obra, ‘El milagro de la tierra’, sus proyectos y de gastronomía.

Para ir rompiendo el hielo, después de tantos años unido al mundo del arte, espectáculo y demás, ¿En qué momento te encuentras actualmente?

Me encuentro en un momento en el que tengo muchas ganas y energía para todo.Estoy muy ilusionado por mi monólogo “El milagro de la tierra”.

Has actuado en todos los formatos. Cine, televisión, teatro… ¿Con cuál te quedas?

Me quedo con todos, pero lo cierto es que para el actor, ver al público engancha, el teatro es único como experiencia.

-Tu nombre siempre estará ligado a Verano azul, ¿Qué queda de Javi?

Queda la ilusión, como siempre digo. Ahora tengo la misma ilusión o más que cuando empecé.

-¿Qué recuerdos tienes de la serie?

Miles de recuerdos. Lo primero que me viene a la memoria es una panorámica de Nerja, y después, infinitos recuerdos con los personajes, la gente del pueblo, los olores… son miles de recuerdos que no olvidaré.

Al final sois parte de la familia de muchos españoles…

Si, la gente nos tiene mucho cariño. Muchas personas se nos acercan para contarnos la nostalgia que sienten al acordarse de la serie y de sus vidas en aquella época.

-¿Sigues manteniendo relación con tus compañeros?

Sí, nos vemos a veces. En ocasiones van al teatro a verme, o cuando viene Miguel (Tito en Verano Azul) a Madrid solemos quedar, o incluso vamos a Nerja.  Yo siempre que voy a Málaga paso por ahí, hasta estrené mi monólogo, ‘El milagro de la tierra’ ahí.

¿Cómo era trabajar con Antonio Mercero?

Era una maravilla. Empezar en esta profesión con una persona como Antonio te pone el listón muy alto. Además de director, Antonio es una persona muy interesante. Su forma de pensar, de hablar… era una buenísima influencia para un niño como yo.

 -Fue tu primer papel, solo tenías 14 años. Seguro que Javi te enseñó alguna lección que has podido aplicar toda tu vida.

Fue mi primera experiencia ante las cámaras. Tenía mucho que aprender, pero me mostró el camino que tenía por delante para ser actor. Las primeras tablas, la relación con las cámaras… Javi me enseñó mucho.

Pero no solo has interpretado a Javi, también fuiste Charlie, y otros muchos personajes muy conocidos en España. ¿Con qué papel te has sentido más identificado?

La verdad es que todos tienen una parte de mí, o yo de ellos. Soy un Juanjo-Charlie, Juanjo-Capitán de Barco, Juanjo-Víctor Reyes… Pero a Charlie le tengo especial cariño, estuve 10 años interpretándolo.

-¿Cuál ha sido tu papel más difícil de interpretar?

Hay personajes que por su proceso de ensayo tardo más en pillarles el truco. Michael de ‘Seis clases de baile en seis semanas’ era un personaje muy distinto a mí y hubo que trabajar mucho, hasta me metí en un curso de baile clásico para acercarme a él.

¿Qué debe tener un papel para que te guste?

Además del reparto tiene que ver con su contexto. La obra, que el personaje esté bien escrito… hay muchas cosas detrás. Todo debe estar bien enraizado para que me interese de verdad.

Has estado nominado a un Goya por interpretar a Leiva en No habrá paz para los malvados, ¿Qué recuerdo tienes de la película?

Fue un rodaje maravilloso. Enrique Urbizu es un maestro, y al estar con él en el rodaje se aprende mucho, sobre todo que te enseña a hacer tú mismo las cosas, lo deja para que lo hagas y aprendas. El respeto al equipo, la forma de trabajar… es un genio.

¿Te preocupa el reconocimiento de la crítica?

No me obsesiona, pero si me hacen una mala crítica tampoco me gusta, por lo que supongo que sí me preocupa.

-¿Con qué director te gustaría trabajar, tanto extranjero como español? 

Pues por poner a alguien, trabajar con Steven Spielberg estaría bien… (Risas)

La semana que viene se estrena en Madrid ‘El milagro de la tierra’, comedia que protagonizas. ¿Qué quieres transmitir con la obra?

Es la cosa más personal que he hecho en mi vida profesional. Es el monólogo que he estado buscando para interpretar siempre y nunca encontré. Hablé con Juan Carlos Asperilla y lo entendió. Es un escritor maravilloso y me hizo un regalo del cielo. “El milagro de la tierra” habla de todo, de mis inquietudes, de lo divino y lo humano. El desarrollo de la función es una explosión, big bang, la creación de los planetas, el nacimiento de la tierra y del ser humano… Es el nacimiento, la vida y la muerte.

Es un recorrido, un monólogo en el que sin hablar de mí hablo de mis inquietudes y de las de todos los seres humanos desde el hombre de la caverna. De dónde venimos, a dónde vamos, qué significa esto o si existe algo más allá son algunas de las cuestiones que plantea la obra. También hay textos de Rosalía de Castro, Cervantes, Quevedo, o Shakespeare que me apetecía mucho hacer.

-¿Cómo pinta tu futuro?

Pinta bien, ahora muy liado. En lo que controlo todo va bien, aunque mañana puede pasar cualquier cosa y haber cambio de planes, pero por ahora estoy en “Amar es para siempre”, sigo con la gira de “El hijo de la novia” y ahora viene “El milagro de la tierra”, así que trabajo no me falta.

-Respecto a la gastronomía, ¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con la comida?

Pues el primer recuerdo que se me viene a la mente es la leche.

-Todos tenemos algún plato que de pequeños nos encantaba ¿Cuál es el tuyo?

Claramente el arroz a la cubana.

-¿Qué plato evitas?

Sin duda, la coliflor.

-Comida favorita:

Tengo muchas, pero una de ellas es el cordero lechal, me vuelve loco.

-¿Cocina o prefieres que cocinen para ti?

Cuando puedo me encanta cocinar.

-¿Tienes algún truco cuando cocinas?

Me gusta cocinar con fuego y barro. Soy especialista en cocidos y fabadas, hacerlo todo tranquilo.

-¿Qué ingrediente no puede faltar en tu mesa?

El aceite de oliva y la cebolla son básicos para la mayoría de las cosas.

-¿Qué bebida eliges habitualmente para comer?

Agua o cerveza.

-¿En qué te fijas en primer lugar para elegir un restaurante?

Es una conexión que hacen mi cerebro y estómago, y cuando pienso en lo que me apetece, ellos me responden.

-¿Eres de tapas o de mesa y mantel?

De todo, depende del momento, pero lo importante es comer.

Dulce o salado:

Ambas, es imposible elegir. Si puedo las mezclo, y meto ingredientes dulces en platos salados. Miel, mermelada de tomate, cebolla caramelizada… hay muchas opciones para no tener que escoger.

Comida rápida o lenta:

¿A qué tipo de comida rápida recurres?

Como de todo. Disfruto tanto con una hamburguesa como con un kebab o pizzas. A veces el cuerpo pide este tipo de comida.

Si tuvieras que elaborar un menú perfecto, ¿Qué plato no podría faltar?

La fabada me queda muy bien, y el rabo de toro, así que estaría bien incluir cualquiera de ellos en un buen menú.

Un restaurante para disfrutar en Madrid:

Me gusta mucho el Trasgu, en Torrelodones.

Por último, recomiéndanos un rincón de Madrid para perdernos:

Me gusta mucho el camino del teleférico, ida y vuelta, en mi barrio. Es algo muy bonito y original. También disfruto mucho viendo la rosaleda, dando una vuelta por la Casa de Campo o un paseo en barca por el retiro.