Muchos dicen que es la Cenicienta de los fogones, en cambio ella no se considera una princesa, sino una mujer que a base de esfuerzo, optimismo, constancia y mucho trabajo ha conseguido alcanzar el sueño que llevaba persiguiendo desde su infancia. Ella es María Marte, chef del prestigioso restaurante El Club Allard.
Hace 12 años dejó su tierra natal, República Dominicana, para adentrarse en la que iba a ser la aventura de su vida. Llegó a Madrid con una maleta cargada de ilusiones para comenzar a trabajar en el office de la cocina que ahora dirige, y poco a poco fue subiendo peldaños hasta llegar donde se encuentra hoy.
Es difícil no mentar el coraje de las mujeres cuando hablamos de María Marte, ya que sin duda es un ejemplo de superación y sacrificio que ha demostrado que la alta cocina no es solo cosa de hombres. Ahora tiene en mente seguir mejorando y trabajando para hacerse con su tercera Estrella Michelin.
Dominicana de nacimiento, has dicho en alguna ocasión que cuando las demás estaban jugando con muñecas, tú con utensilios de cocina, ¿cómo recuerdas tu infancia?
La cocina es mi pasión desde niña. Me encantaba soñar y crear en la cocina. La cocina ha sido mi cuarto de juegos, las muñecas de mi infancia las sustituía por utensilios de cocina. Con 10 años ya cocinaba para mi familia.
Y un día decides venir a España para trazar tu camino, ¿por qué tomas esa decisión?
Desde muy joven sentí que mi gran pasión era la cocina. Por eso, fiel a mi pasión, hace 12 años decidí trasladarme a España, país de referencia en la gastronomía, donde conseguí incorporarme en El Club Allard.
Muchos te llaman la Cenicienta de los fogones, ¿te ves representada con ese alias?
No me considero una Cenicienta de los fogones, ya que creo que los sueños se cumplen con esfuerzo, optimismo, constancia y mucho trabajo.
¿Cómo llegaste hasta El Club Allard?
Llegué hace 12 años a El Club Allard, al office. Pero desde el principio sabía que algún día sería cocinera. Ese era mi sueño y luché para conseguirlo. Pasado un tiempo empecé a trabajar dentro del equipo de cocina.
En octubre del pasado año me ofrecieron la gran oportunidad de convertirme en la nueva chef del Club Allard. Era el reto de mi vida y no dudé en aceptarlo.
Pasaste de limpiar platos a trabajar en la cocina, ¿cómo fue esa transición tan rápida y evolutiva?
Empecé a trabajar dentro del equipo de cocina donde he puesto toda mi dedicación y entusiasmo en aprender y mejorar. Hasta que llegué a convertirme en la nueva chef de El Club Allard.
Diego Guerrero fue tu maestro y mentor, ¿qué es lo que más echas de menos de estar bajo su tutela profesional?
Lo que más echo en falta es tener a mi lado a un profesional al que admiro. También su actitud positiva de trabajo en equipo y la habilidad que tiene para transmitirme pasión por la gastronomía.
El mundo de la cocina es muy sacrificado, ¿a qué has tenido que renunciar?
He tenido que sacrificar muchos aspectos de mi vida personal, pero la recompensa ha sido gratificante.
Pero no todo son sacrificios, también hay recompensas, ¿qué es lo más gratificante de tu profesión?
Lo más gratificante de mi profesión es haber llegado tan lejos con un equipo como El Club Allard, siento que son mi propia familia.
Poco a poco te has ido abriendo camino en un mundo de hombres, ¿qué significa ser mujer en el mundo de la alta gastronomía?
Efectivamente, sigue siendo una mayoría de hombres tanto en la alta cocina como en las grandes empresas.
Creo que el principal motivo de esta desigualdad es que este trabajo requiere un altísimo nivel de dedicación y compromiso, y esto es muy difícil de conciliar con la vida familiar. Yo tengo tres hijos y he de reconocer que el camino no ha sido fácil.
Cada vez es más frecuente escuchar el nombre de grandes chefs mujeres tanto en España como en el ámbito internacional. Todas ellas son un claro ejemplo de que esta situación está cambiando y seguro que en un futuro muchas serán las que lleguen a las metas más altas.
Tus habilidades en la cocina son indiscutibles, pero ¿tienes alguna manía o algún defecto a la hora de cocinar?
Tengo muchas manías a la hora de cocinar, soy demasiado exigente con mi equipo y conmigo misma. Siempre quiero que todo salga perfecto.
La innovación y la creatividad son factores imprescindibles cuando hablamos de alta cocina, ¿cuál es tu musa de inspiración?
Mi musa de inspiración es estar en la cocina. Cuanto más tiempo paso en ella más me inspiro.
Si te tuvieras que quedar con un plato, ¿cuál sería?
Si me tuviese que quedar con un plato sería el Arroz del mar. Por la creatividad, pero sobre todo por el sabor. He trabajado con mi equipo mucho tiempo en crear este plato.
Estoy muy contenta con el resultado, ya que está teniendo mucho éxito entre los clientes.
Como cliente, ¿con que chef te quedarías o cuál ha sido el que más te ha sorprendido?
Es realmente difícil dar un nombre, hay grandes chefs tanto en nuestro país como a nivel internacional. Tengo la suerte de estar viviendo en un siglo en el que destaca mucho el ámbito gastronómico. La cocina forma parte de la cultura de un país y toda la relevancia que está teniendo en esta última década se lo debemos a un equipo de grandes genios gastronómicos de distintos países, sería injusto destacar solo a uno de ellos.
En una ocasión dijiste que cuando llegaste a Madrid comenzaste a soñar, ¿en este momento cuáles son tus sueños?
Mi sueño en este momento es seguir trabajando y cocinando con el corazón.
¿Cuáles son tus expectativas de futuro?
Seguir mejorando mi carrera profesional, y conseguir la tercera Estrella Michelín.