Hasta el otoño se desarrollarán distintas exposiciones en torno a la figura del más insigne pintor holandés, Jheronimus Bosch ¨El Bosco¨, fallecido en su ciudad natal de Bolduque en 1516. Con motivo de este quinto centenario, el propio museo de la localidad -Noorbrabantas Museum- organizó entre febrero y mayo la mayor muestra de su obra y en nuestro país podemos disfrutar, hasta septiembre y noviembre respectivamente, de sendas exposiciones en el Museo del Prado y El Escorial.

Atraído por esta importante circunstancia histórica, y coincidiendo en fechas con la exhibición temporal de El Prado, Pedro Larumbe propone un menú inspirado en la que, probablemente, es la más universal de las obras de El Bosco: El Jardín de las Delicias, un fascinante tríptico de gran formato que forma parte de la colección permanente de la gran pinacoteca madrileña.

Los placeres carnales, el pecado y las leyendas de la tenebrosa postrimería del siglo XV se encarnan en los cinco platos del menú. Cinco platos que constituyen cinco auténticas tentaciones.

Así, encontramos como entrante una roja esfera de foie que representa el fruto prohibido de la tentación y el pecado original. A continuación, los frutos del jardín del Edén se sirven en nuestro plato en forma de tartar con un sensual lecho de marisco, la compañía de la pitaya y un vergel de germinados de las bien regadas tierras del paraíso.

El tercer plato es la compleja alegoría de El Bosco sobre los placeres carnales, enmarcados en la sensualidad del gusto, el tacto y el olfato: bacalao entre salicornias, regado con pil pil de oro y puntos de vizcaína. Una sofisticada apuesta de Larumbe que, paradójicamente, nos habla de tamañas delectaciones a través de un pescado típico de la Cuaresma.

Al igual que le sucede al ojo del espectador del tríptico en la última tabla, Pedro Larumbe nos hace descender a los infiernos con la cuarta presentación de este menú tan especial: un corzo que se eleva desde el averno envuelto en humo, presentado de manera espectacular junto a remolacha, remedo de la cornamusa que resuena en el reino de los demonios y atormenta con su estruendo a los pecadores.

Aunque no se menciona en la obra original, la redención y el dulce Reino de los Cielos aguardan al comensal en el postre a través de unos canutillos de piña rellenos de limón con almendra amarga. Su textura suave y el fresco sabor nos purifican, mientras que el almendro, símbolo del renacimiento de la naturaleza por su floración temprana, complementa la catarsis.

El Jardín de las Delicias plasma un mundo de fantasía en el que los objetos cotidianos se transforman. Es un paraíso utópico, es la humanidad entregada al pecado y a las consecuencias del mismo. Pasee por  el jardín y déjese tentar en El 38 de Larumbe.

MENÚ EL BOSCO

EL FRUTO PROHIBIDO

Malum de foie sobre crocanti y gazpacho de fresas

EL JARDÍN DEL EDÉN

Tartar de frutas, centollo y vieira con pitaya, brotes y aire de wasabi

EL JARDÍN DE LAS DELICIAS

Bacalao entre salicornias, mejillón sobre pil pil de oro y puntos de vizcaína

EL INFIERNO

Corzo ahumado sobre velo de remolacha y frutas rojas con cornamusa de germinados

EL REINO DE LOS CIELOS

Barquillos de carpaccio de piña rellenos de limón con nubes de almendra amarga

 Vinos:

 Gran Feudo Edición – D.O.Navarra

Beso – D.O. Utiel Requena

 (45 euros + IVA)

Dónde: El 38 de Larumbe (Paseo Castellana, 38, Madrid).

Cuándo: del 1 de junio  al 11 de septiembre de 2016

Precio: 45€ + IVA, bodega incluida. Se servirá a todos los comensales de una misma mesa.

Información y reservas: 91 575 11 12