Llega Diciembre y con él las cenas de Navidad de empresa, cenas de compromiso que algunas empresas tienden a cambiar por picoteos en la oficina, más cortos en el tiempo, más informales y perfectos para que todos los trabajadores asistan el tiempo que quieran.

Según La Nevera Roja, el 71% de los españoles preferiría un picoteo en la empresa a las formales comidas o cenas de empresa. Las cenas de picoteo se anteponen a las comidas o cenas de empresas más formales. Evitar sentarte junto a un compañero con el que no tienes mucho trato, querer irte antes de que acabe la celebración sin ser el centro de las miradas, “hacer migas” con compañeros de trabajo son razones por las que los empleados prefieren la informalidad de un picoteo de empresa. En lo que todos los encuestados están de acuerdo es que las celebraciones de empresa deben ser gratis.

Otro punto importante en las reuniones de navidad es el consumo de alcohol, hasta un 65%  se marcan un límite en el número de copas y  hasta un 11% decide no beber para evitar meter la pata por un comentario poco afortunado y no les falta razón ya que hasta un 23% de personas se arrepiente de haber hablado de más en la comidas de empresa, una situación que puede llevar a enrarecer el trabajo cotidiano con algún compañero en la empresa.

En Diciembre llegan las comidas de navidad de la empresa a los que muchos no quieren asistir pero se ven obligados por  evitar ser fichados por el jefe o compañeros, empleados con ganas de irse que esperan algún compañero cómplice para no ser los primeros en marcharse pero sobre todo un momento para desconectar y divertirse. Lo más recomendable es no hablar mucho de trabajo, tratar temas más personales de los que no hay oportunidad en el día a día y buscar un poco de polémica con un poco de mano izquierda en temas controvertidos como la religión o la política.

Las empresas se preparan para anécdotas que perdurarán a lo largo del tiempo, mucha diversión, cotilleos, copas de más y quién sabe si alguna que otra “aventura”… llega la navidad y con ella todo es posible. Los locales, salas de fiesta y calles de Madrid ya están preparados desde este fin de semana para ver, oir y callar todo lo que ocurre en las cenas y comidas de navidad.