Aunque la estética nos puede hacer pensar que Benito Pérez Galdós se paseaba entre estas pequeñas mesas, el famoso Café del Nuncio (C/ Segovia, 9. Madrid. Tel. 91 438 41 31) data de los años 80 y está en el lugar que antaño ocupaba un ultramarinos. Pero ese encanto que nos hace trasladarnos a otra época al cruzar la puerta, así como el nombre original, es precisamente lo que ha querido rescatar el empresario y sumiller Xavier Saludes, de cuya mano también han llegado locales tan especiales como Matritum, Taberneros y Vinoteca Tierra. Y en la sala, un rostro familiar, María Alexandra O. que nos hace sentir como en casa.

Con sus lámparas antiguas, el mobiliario y la señorial cortina que tanto lo caracteriza, este coqueto rincón –símbolo del auténtico y ancestral Madrid de callejuelas intrincadas-, reabre con toda la esencia de antaño y un aire de bistró francés. Y es que aquí se puede disfrutar desde el desayuno -con bollería de la buena recién horneada incluida- hasta la cena o mejor dicho, hasta la copa…

Un brunch -diario- perfecto para los foodies amantes de esta tendencia; una merienda con churros con chocolate para los más castizos; distintos cafés, una selección de cervezas, por supuesto buenos vinos, vermús -porque es muy nuestro-, copas y unos cócteles de esos que nunca fallan para los aperitivos y atardeceres, son sin duda los complementos perfectos de una carta con platos emblemáticos que acompañan a Xavier desde hace años y que también se pueden encontrar en otros de sus locales. Son recetas como los Huevos en cocotte con foie y trufa, las imprescindibles Albóndigas de pintada en pepitoria o la Cazuela de callos y morros estofados a fuego lento de Matritum… Platos que aparecen junto a nuevas propuestas ideadas para este ‘renovado’ concepto como la Lata de mejillones en escabeche casero con sus patatas fritas, el Sándwich de roast beef, rúcula y queso, la Tortilla con pochas en salsa verde o la Tosta de gamba blanca de Huelva all-cremat.

Como siempre, manda el mercado y son creaciones perfectas para compartir o tomar mientras se lee el periódico tranquilamente en una de sus apacibles -y pequeñitas en su mayoría, no olvidemos ese café bistró- mesitas a cualquier hora del día. No hay que olvidarse de los deliciosos postres, por supuesto caseros, como la Tarta casera de queso o el Tigretón estilo Matritum by Marie Patisserie, por supuesto, 100% caseros y apetecibles en todo momento.

Para completar la experiencia cuentan con un invitado muy especial, un piano al servicio del público -del que sepa tocar, claro-, que hará las delicias de los comensales… Los cuadros antiguos, toda la decoración y las plantas que reinan por todo el local, convierten este espacio en el rincón romántico que era. Uno de los cafés más queridos de la capital resurge para quedarse y devolver todo ese afecto a la fiel clientela.


Café del Nuncio tiene capacidad para 45 comensales en el interior -que se divide como en tres zonas- y cuentan con una preciosa terraza que bordea la fachada también acondicionada de cara al inverno con capacidad para 42 personas. Abre de martes a domingo ininterrumpidamente de 10:00 a 02:00 horas. El ticket medio es de 35 €, el precio del completo brunch es de 14’50 € y se puede desayunar desde 2’50 €. Multitud de opciones para que este café vuelva a llenar de vida la escalinata de la Travesía del Nuncio con gastronomía de mercado y su personal melodía.