Ceviche ecuatoriano, canelazo o llapingachos. Aunque estos nombres puedan sonar a chino, en realidad son algunos de los mejores platos de la gastronomía ecuatoriana, una de las grandes desconocidas en Madrid.

En una de las zonas más exclusivas de Madrid, el Barrio de Salamanca, se esconde el exotismo, la magia y el misterio que suscitan las recetas ancestrales de una cocina milenaria, se trata del restaurante Paralelo Cero.

Al mando de los fogones el chef Miguel Xavier Monar hace auténticas virguerías para mostrar lo mejor de la alta cocina del Ecuador… Pinceladas mediterráneas, llamadas vanguardistas y toques creativos se entremezclan con asombrosa perfección con los sabores ancestrales que logran mantener raíces y técnicas clásicas.

Con el fin de que por unas horas el comensal se traslade al “país de los cuatro mundos”, el selecto restaurante ofrece deliciosas opciones asequibles para todos los bolsillos.

Tanto el menú Inti como el Killa, son dos alternativas perfectas para hacer un gran recorrido por la gastronomía del Paralelo Cero. Por tan solo 25€ podemos hacer un recorrido por los platos más tradicionales y exclusivos del restaurante. Uno de nuestros preferidos es el menú Inti.

Empezamos con el canelazo, un aperitivo procedente de Quito compuesto por infusión de canela, clavo, piel de naranja y pulpa de naranjilla con aguardiente de caña de azúcar ecuatoriano. Y seguimos con varios ceviches preparados de diferentes formas. Uno de ellos de corvina, cocido al momento y el otro de camarones, que tiene un par de horas de cocción.

No podemos olvidarnos del ya famoso de la casa tartar de atún, que consiste en atún rojo crudo cortado en daditos tipo tartar, macerado en aceite de sésamo, salsa de soja, mango, uvilla y fruta de la pasión, servido sobre tartar de aguacate especiado y acompañado de huevas de salmón y chips de legumbre.

Cómo no hablar de uno de los platos más antiguos de la cultura culinaria ecuatoriana, estamos hablando del Llapingachos Classic, que consiste en puré fino de patata transformado en tortillitas, arcilla de chorizo criollo, huevo escalfado, crema ligera de cacahuetes y filamentos de puerros tostados, aceite achiote y esferificaciones de trufa. Tal y como nos cuenta Miguel «este plato se utilizaba en ecuador para desayunar, era un plato mucho más grande y se consumía para tener energía durante toda la jornada laboral, llena mucho y por ello  lo hemos tenido que adaptar».

Continuamos con una excelente pierna de cerdo asada en cerveza kichwa. Y para terminar uno de los favoritos, quinoto en forma de risotto con champiñones, crema de leche, queso rallado, cebollino picado y el toque de polvo de chulpi.

Pero no podemos ir sin la parte más dulce, asi que aún hay que hacer hueco para el postre que seguro que te deja un buen sabor de boca. Estamos hablando de una suculenta mezcla de plátanos maduros cocidos en almíbar de caña, combinados con leche infusionada en canela y clavo de olor.

Todo esto en un espacio elegante y sencillo que se divide en tres estancias bien diferenciadas. Al entrar una barra para picotear algo de forma distendida. Luego, bordeando la acristalada cocina, un pasillo con mesas altas aptas para comidas más informales que conduce hasta el salón principal. En él los tonos blancos y negros te envuelven para pasar una velada inolvidable.

Dirección: Calle Villanueva, 21
Teléfono: 915 77 69 26
Precio medio: 30€