¿Es posible adaptar la cocina tradicional hindú y aportar toques occidentales sin perder su verdadera esencia? Ese fue el primero de los retos de Nadeem y Nuria, sus propietarios, cuando ya hace siete años se embarcaron en la apertura de Tandoori Station. Conscientes del enorme potencial del aceite de oliva en la cocina española, aportar ese toque a los sabores procedentes de la India solo podría acercar la experiencia gastronómica tradicional hindú al gran público español. Y así ha sido hasta el momento.

Tandoori Station es un local que ha ido creciendo con el paso de los años a medida que su cocina ganaba en popularidad. Desde un pequeño establecimiento al que ocupa en la actualidad, con una atractiva terraza en la que disfrutar de las especialidades de su cocina. Todo ello con un ambiente que transporta al comensal a una estación de tren, con reminiscencias al metro de Nueva Delhi. Una decoración moderna y funcional, agradable y cómoda, que se completa con los platos y jarras que se utilizan en el restaurante, fabricados artesanalmente.

¿Qué hace distinto a Tandoori Station? En primer lugar, el propio restaurante en sí. No menos importante es la atención cuidada, personal y cercana que tanto Nadeem como su esposa Nuria y el resto del equipo de sala ofrecen a la clientela, y que permite elegir las propuestas adecuadas entre las múltiples opciones de su carta. Y por supuesto, su comida, preparada en una cocina a la vista del comensal, y que ralla en una grandísima altura.

Aconsejados por Nadeem nos adentramos en la gastronomía hindú, y lo hacemos con una selección de entrantes que refleja la tradición Tandoori. Desde el tradicional Murgh Tikka de pechuga de pollo macerada en yogur y especias, pasando por un Sheek Kebab de carne con especias y hierbas, o el Mutton Behari Tikka de cordero macerado en yogur hasta un sorprendente Machi Tikka de emperador con especias y hierbas –imprescindible, suave, delicado y sabrosísimo-, con su correspondiente acompañamiento de rúcula aliñada con aceite de oliva y sésamo, y las salsas de mango con verduras, de yogur y menta y de curry picante.

Si ya con los entrantes quedó clara la tremenda calidad y mimo en la presentación y en la preparación de los entrantes, los platos principales no hicieron sino confirmar nuestra primera impresión. Empezamos con un increíble Saag Paneer de espinacas con queso fresco indio que no puede faltar en cualquier visita a Tandoori Station. Delicado, sabrosísimo y altamente recomendable.

Continuamos con un Khara Massala Gosht, cordero revuelto en especias aromáticas con trozos de tomate, y con un toque refrescante de jengibre, y con un tradicional Butter Chicken, otra de las especialidades de la casa por méritos propios. Todo ello acompañado de arroz basmati y de Lehsani Naan, un tradicional pan hindú con ajo. Contradiciendo la creencia popular, esta primera ronda destacó por su delicadeza y por sus sabores suaves, asequibles para todos los públicos.

Pero consciente de nuestro gusto por el picante, Nadeem nos reservó una sorpresa, que desde luego no nos dejó indiferentes. Después de un Saag Gosht de cordero con espinacas, llegaron los platos fuertes de nuestra visita. Si el Murgh Vindaloo de pollo ya destacó por su contundencia y por un delicioso contraste entre la carne del pollo preparada en su punto con una salsa realmente picante, probar su Gosht Fal de cordero del infierno se convirtió por méritos propios en una experiencia que no olvidaremos.

Una delicia extremadamente picante, solo reservada para los estómagos más robustos, pero que como nos advirtió el propio Nadeem, “crea adicción”. Detalle completamente acertado, porque aunque resulta complicado explicar con palabras la sensación “explosión” paulatina del picante en el paladar, el comensal que se atreva a probarlo repetirá sin pensarlo en sus posteriores visitas.

Ya saciados y habiendo superado la prueba de los platos picantes, llegó el momento de probar las especialidades dulces de la casa, que continuaron con el alto estándar de calidad. Su Kulfi, helado casero de pistacho, su Gulab Jamun, un delicado pastelito de bizcocho de leche en almíbar, y un increíble Gajal Halwa de zanahoria, supusieron un remate perfecto a nuestra visita a Tandoori Station.

Han quedado muchas alternativas, muchos platos y sabores por descubrir en la carta de este restaurante. Motivos suficientes para volver a adentrarnos en su cocina, descubrir su terraza veraniega y celebrar junto con Nadeem y Nuria el séptimo aniversario de su apertura.

Restaurante Tandoori Station
c/ José Ortega y Gasset, 89-91
Tel: 91 401 22 28
Precio medio: entre 25 y 30 euros