En el estío, más que nunca en la capital del reino, los planes se ralentizan, los horarios se desajustan y el apetito cambia, al igual que el deseo de disfrutar de la gastronomía en un entorno selecto y fresco. En El Velázquez 17 hay una mesa para todos. También en verano, donde el leitmotiv del restaurante se aplica más que nunca, gracias a su renovada terraza. Diseñada al más puro estilo de los bistró franceses, se adapta a cualquier tipo de plan, gracias a su cocina abierta todo el día, que permite desde tomar un brunch, comer tarde o cenar pronto, una reunión de negocios o simplemente un afterwork con amigos.

La cocina de Guillermo Teixeira, al mando de los fogones, es honesta, casera, natural y elaborada con productos de temporada. Es posible desayunar a la española (con pincho de tortilla y tostada con tomate triturado), a la andaluza (con pan con tomate y/o extra de pavo), a la francesa (con croissant o magdalena con mermelada y mantequilla), a la americana (con huevos al gusto – revuelto, fritos con aceite de oliva – y bacon, queso, tomate, setas) y también a la carta, donde los paladares más exigentes pueden elegir entre muffins, waffles, donuts, pan y mantequilla o mermelada, vaso de yogurt griego natural con granola y fresas, flautas, o sándwich mixto al grill, entre otras opciones.

Entre las propuestas para abrir apetito, destacan las croquetas, los tequeños con membrillo, las berenjenas y yogurt o las alcachofas salteadas con bacon, limón y parmesano. Mientras que  para compartir, podemos optar por las tablas de jamón ibérico de bellota o de ventresca con tartar de raf. El apartado de huevos rotos es otra seña de identidad del establecimiento; los hay trufados, ibéricos y también para vegetarianos (con patatas fritas, parmesano, espárragos, tomate y espinacas).

Hay multitud de opciones para degustar, como sándwiches (de pollo, roast beef de ibérico, de salmón o de pavo), pastas (trofie con pesto o pasta con ragú de ternera picante), pizzas (de anchoa, de burrata con jamón, blanca con aceite de trufa, la Margarita) y risottos (de setas con espárragos), así como platos de carne o pescado. Entre estos últimos, sobresalen el medio pollo con puré de patatas gratinado, la hamburguesa de chuletón Fort Apache o el tartar maya de atún salvaje cortado en daditos con aguacate, uno de los must de Café Murillo, el hermano mayor de El Velázquez 17. Entre sus postres, destacan los helados artesanales de la casa o su fondant de chocolate, que harán la boca agua de los adictos al chocolate. Y de lunes a viernes, El Velázquez 17 propone una opción diferente con el plato del día.

Un cosmopolita muy castizo en Madrid

El Velázquez 17 quiere cubrir el vacío que Eliza Arcaya y Johanna von Müller-Klingspor, dueñas del local, sentían cada vez que volvían de sus viajes, pero añadiendo la mejor luz de Madrid y los sabores cálidos de aquí fusionados con otros de allá. Tras unos brunches en Balthazar o Indochine de Nueva York y unas pintas en Claridge´s de Londres, ambas buscaban referentes en la capital española. Al no encontrarlos, decidieron crear El Velázquez 17 en junio del pasado año.  “Porque el lujo es la vida, pero con otro ritmo”, confirman.


Horario: Lunes – Sábado de 9:00 a 1:30 horas; Domingos de 9:00 a 17:00 horas.
Tel.: 914 31 68 16
Web:
http://www.elvelazquez17.com/