Isaac Salaberria Bengoechea es el jefe de cocina del restaurante Fagollaga, en Hernani, San Sebastián, una casa que data en 1903 y que antiguamente ya se había dedicado a dar comidas. Muchos pensarían que el enclave donde se sitúa Fagollaga sería el último pensado para abrir un restaurante de cocina de autor, sin embargo, este chef donostiarra ha conseguido que alcance alta cotas de éxito.

Lo más curioso es que dicen que la vocación es un grado dentro de esta profesión, en cambio, Salaberria fue empujado por su madre a los fogones en 1985, cuando decidió que el joven tendría más posibilidades de avanzar en el negocio familiar que entre los libros de la escuela. Desde ese momento comenzó a encontrar dentro del mundo culinario una gran posibilidad para expresar todo el arte que se fraguaba en su interior. A él le habría gustado expresarlo con la música o la moda, pero al final los alimentos fueron su mejor instrumento.

Si se caracteriza por algo es por haber ido forjando su personalidad a base de trabajo paciente y callado, sin buscar más que el disfrute de los comensales que visitan su restaurante. Su cocina está marcada por técnicas que unen la tradición, el minimalismo y  la creatividad para ofrecer nuevas experiencias gustativas al público.

Aunque este chef de San Sebastían es algo tímido, no tiene miedo en expresar su propia personalidad dentro de cada plato. Transmitiendo con cada uno de ellos su entusiasmo por un mundo que comenzó siendo tan sólo un trabajo como otro cualquiera, y que hoy se ha convertido en un modo de vida lleno de satisfacciones.

A pesar de estar marcado por el trabajado realizado en el negocio familiar, su andanza dentro de la cocina ha ido más allá.Ha ido aprendiendo el arte culinario en restaurantes como Via Veneto y Arzak, de Jose mari Arzak y la mejor cocinera femenina del mundo en 2012, Elena Arzak, donde trabajó en sus tiempos mozos. Sin duda estamos ante un gran autor que es capaz de sorprender a cualquiera con su ingenio y creatividad.