Sabormadrid.es tiene la ocasión de sentarse a la mesa con Javier de Montini, una auténtica referencia en el periodismo de crónica social en nuestro país. Nacido en Colunga (Asturias), ha trabajado en diarios como el asturiano La Nueva España, y ya en la capital, en los diarios Pueblo y Madrid.

De Montini también cuenta con una importante experiencia en periodismo de agencia, gracias a su trabajo en la Agencia SUNC (Servicio Universal de Noticias y Colaboraciones) y en la Agencia EFE, en la cual obtuvo el Premio Azorín de Periodismo. Pero la mayor parte de su carrera profesional la desarrolló en la revista Lecturas, en la que ocupó los cargos de director de la redacción en Madrid, y como delegado y apoderado de la empresa propietaria de la publicación hasta su jubilación en el 2006.

De Montini recuerda con cariño su primer recuerdo relacionado con la comida. Este recuerdo evoca a “mi madre, Ángela, una mujer rural que entonces, en los años cuarenta, ‘conciliaba’ el trabajo de las tierras con mi padre y el de ama de casa. Aún la veo atizando la cocina económica de leña y sazonando los guisos de ‘unes potes’ siempre grandes porque éramos familia numerosa”.

Sus raíces asturianas se dejan entrever también en lo que a sus platos preferidos en su infancia se refiere. Recuerda, con cierta dosis de nostalgia “el pote asturiano de berza, con lacón, fabes, chorizo, morcilla, panceta o tocino y unas patatas en tajadas gordas y… les ‘patatines guisaes’, la patata en trocitos y un sofrito de cebolla, ajo, perejil y pimentón rojo”.

De Montini no duda a la hora de citar sus platos preferidos. “Aparte de la comida asturiana, me encantan los arroces y ensaladas”. El periodista destaca, sobre todos los demás, un plato de clara inspiración marinera, el “arroz con bugre (bogavante) es una exquisitez”. De la misma forma, indica que “aunque soy muy de marisco, no puedo con las ostras ni con las almejas al natural”.

Confiesa aportar “un punto de picante” a muchos platos, porque aunque tiene en su mujer “Conchita, gallega, a una cocinera fenomenal, no se me dan nada mal los fogones”, en los que recurre a un truco infalible, “utilizar productos de calidad”. Y en la mesa, como perfecto acompañamiento para realzar los sabores, “el vino tinto”, aunque en “Asturias me va la sidra natural”.

De Montini continúa prefiriendo “la mesa y el mantel, aunque se va imponiendo el tapeo”. Durante años, esos manteles han acompañado al periodista en “menús rápidos, que he comido con frecuencia por trabajo”. Eso sí, alternados, de vez en cuando, con “bocadillos, ¡qué ricos!”. A la hora de elegir restaurante, un criterio clave. Se fija con atención “en sus especialidades. Voy a lo seguro”.

Después de años y años comiendo con frecuencia fuera de casa, no presta excesiva atención al conteo de calorías en sus menús. “Mi paisano de Colunga (yo también soy de allí) Paco Grande Covián, máximo experto en nutrición, siempre repetía que lo mejor era comer de todo con moderación. Me fío de él. ¡De todo!”.

El jamón sería, sin duda, el plato estrella de cualquier menú perfecto. “Muchas veces pienso: ¿Hay algún tipo de jamón que no nos guste? Un buen ibérico, sabor fabuloso, pero a mi ya me sabían a gloria los jamones caseros de la matanza de Carrandi, mi pueblo de Asturias”.

Asturias continúa en sus pensamientos también a la hora de recomendarnos un restaurante. “Barreré para la tierrina: ‘La Fueya’ (La Hoja), calle Dr. Castelo, 48, de Madrid. Treinta años de cocina asturiana con el toque mágico de Paco Rodríguez”.