El consumo diario de frutas y hortalizas, en cantidad suficiente y dentro de una alimentación equilibrada, ayuda a evitar enfermedades graves, como las cardiopatías, los accidentes cardiovasculares, la diabetes y el cáncer, así como deficiencias de importantes micronutrientes y vitaminas.

La Organización Mundial de la Salud coloca el escaso consumo de fruta y hortalizas en sexto lugar entre los 20 factores de riesgo a los que atribuye la mortalidad humana, inmediatamente después de otros más conocidos, como el tabaco y el colesterol.

Las frutas y las hortalizas aportan nutrientes esenciales que el cuerpo humano no puede sintetizar. Pero no solo por eso es importante consumir 5 o más raciones de estos productos frescos. El consumo de frutas y hortalizas desde la infancia previene la aparición de enfermedades en la edad adulta. Ya de adultos, la ingesta de estos productos frescos consolidará unos hábitos alimentarios saludables, que constituirán el fundamento para mantener un estado nutricional adecuado y un buen nivel de salud.

Tanto las frutas como las hortalizas tienen un elevado contenido en agua, lo nos ayuda a mantenernos bien hidratados, y ello  hace que sean indicadas en dietas hipocalóricas ya que su valor calórico es muy bajo.

Son una fuente importante de vitamina A, C y E que a su vez actúan como antioxidantes, lo que nos protege frente a ciertas enfermedades, entre las que se encuentran las degenerativas, las cardiovasculares o el cáncer.

Son ricas en fibra alimentaria, contribuyendo a regular la función intestinal, y poseen efectos beneficiosos en la prevención y tratamiento del colesterol, la diabetes o la obesidad entre otros.

Es aconsejable consumir las frutas y las hortalizas de temporada ya que están en su mejor momento, su valor nutritivo es mas alto y su precio en el mercado mas económico.