Las cifras son alarmantes. Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se prevé que en 2015 la cifra de obesos ascienda a 1500 millones de personas. Además, como conclusiones del estudio, apunta que el único modo de parar la epidemia e incluso revertir su tendencia es con un cambio de políticas gubernamentales con respecto a la alimentación y la agricultura.

Este estudio ha sido llevado a cabo tomando un enfoque diferente como punto de partida. Se ha comparado la relación entre la compra anual de comida rápida  y las cifras del índice de masa corporal en los mismos países durante el mismo periodo ( desde 1999 a 2008).

El informe muestra que durante los años estudiados la compra comida rápida por habitante aumentó en todos los países del estudio (25) y además, que por cada aumento de 1 unidad en el número medio de compras de comida rápida por habitante, se asociaba un incremento  se asoció del 0,0329 en el IMC.

En un contexto en el que mil millones de adultos tienen sobrepeso, y a nivel mundial, el sobrepeso y la obesidad causan más muertes que la insuficiencia de ingresos “El estudio muestra la importancia de las políticas públicas para hacer frente a la epidemia de la obesidad”, según reconoce Francesco Branca, Director del Departamento de Nutrición para la salud y el desarrollo en la OMS.

Además, entre las medidas a seguir proponen incentivos económicos para los productores que venden alimentos saludables, desincentivar económicamente a las industrias de comida rápida, un control más estricto de la publicidad de comida rápida y sistemas de etiquetado más eficaces.