Como bien decía Gandhi: «La felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía». La armonía es una de la claves de la felicidad, en cambio es una palabra que guarda tantos significados como personas existen. Lo que está claro es que es uno de los sentimientos más importantes de nuestro «producto interior bruto» y se merece una celebración.

El día 20 marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad, un día en el que se pone de relevancia uno del objetivos comunes de los seres humanos: alcanzar ese ansiado sentimiento. Tener un buen trabajo, la familia, y los amigos, son factores que pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo. Pero no son los únicos elementos que influyen en nuestro humor, los alimentos también pueden jugar un papel fundamental a la hora de determinar el bienestar personal.

Está demostrado científicamente que la serotonina y las endorfinas son dos hormonas neurotransmisoras que son capaces de regular el apetito, el ánimo, e incluso el sueño, generando una sensación de felicidad y buen humor. Aunque el cuerpo es capaz de producir por sí mismo estas sustancias, existen ciertos componentes en carnes, lácteos, frutas, y verduras que estimulan su producción.

Dicen que la banana es el fruto del amor, pues también es el de la felicidad, ya que esta fruta contiene un alto contenido en fibras y nutrientes. Además es rica en vitaminas, minerales, y oligoelementos, y aporta una elevada cantidad de triptófano, un aminoácido esencial para la producción de serotonina.

Lo mejor para superar una ruptura o un mal día es un buen helado de chocolate, este alimento produce una sensación de euforia debido a que está formado por componentes estimulantes para el organismo. También posee antioxidantes que reducen las hormonas del estrés.

El jamón serrano, además de ser un perfecto aliado para una dieta saludable, es un alimento con un alto nivel de proteínas, por lo que ayuda al cuerpo a elaborar la hormona de la felicidad. Además las proteínas que comprende son de alta calidad y fácil absorción.

Pescados como el bacalao, el salmón o el atún son ricos en vitamina B6. Este complejo de vitaminas de tipo B ayudan a que el triptófano se convierta en serotonina, y por tanto se aumente la sensación de bienestar en nuestro organismo. El atún de aleta amarilla sería la mejor opción dentro de las diferentes propuestas, puesto que tiene un alto grado de esta vitamina.

En contraposición, los más carnívoros deben saber que algunas carnes como el pollo, el pavo, la ternera y el cerdo también son excelentes fuentes de vitamina B6. Lo recomendado es consumirla tres veces a la semana. Una de las más aconsejables es la de lomo de cerdo, ya que contiene más vitaminas que otras carnes y su grasa se desprende con mayor facilidad.

Un poco de picante alegra a cualquiera, por eso para terminar destacamos el chile. Al percibir el calor del picante, el cerebro lo interpreta como dolor y para compensarlo responde liberando endorfinas que potencian la ansiada felicidad.