En 1835, el mercado de San Idelfonso se convierte en el primer mercado cubierto de Madrid. Situado en la calle Fuencarral, en el mismo centro neurálgico de Madrid el mercado de San Idelfonso fue creciendo poco a poco en puestos y ganando adeptos.

Situado en la calle de Fuencarral, en el barrio de Maravillas, en este mercado de abastos los comerciantes vendían frutas, verduras, pescados y carnes a los madrileños. Abastecían  de alimentos a buena parte del centro de Madrid, durante un siglo el mercado de San Ildefonso se convirtió en el núcleo principal de negocio alimenticio para los habitantes de los barrios del centro de la capital.

Debido a la progresión y gran cantidad de puestos, el mercado emergente estaba descontrolado, la suciedad y la mala distribución entorpecían la vida del mercado y no dejaban que siguiera creciendo. Fue entonces en 1835 cuando el ayuntamiento encargó al arquitecto Lucio Olavieta la construcción del primer mercado cubierto de Madrid en el número 57 de la calle Fuencarral.  Anteriormente el mercado se situaba detrás de esta calle, en la Corredera Baja y Corredera Alta de San Pablo.

El mercado continuó creciendo hasta que en 1970 se decidió cerrar y derribar por el ayuntamiento de Madrid para recuperar la plaza que antes existía en el mismo lugar y ayudar al plan de urbanismo del barrio de Maravillas.

Ahora, 40 años después, el mercado de San Ildefonso, ha sido reabierto al público. 500 metros cuadradros, 3 plantas y 3 barras actualizadas y adecuadas al ocio de Madrid. Su estilo recuerda a los Food Street markets de cuidades como Londres o New York y su esencia sigue siendo la misma con la que nació, abastecer y servir los mejores alimentos a quien quiera ir más allá de sus puertas. Esta vez cuenta para la comodidad de sus visitantes, parking robotizado, 5 apartamentos de lujo, 2 terrazas interiores y 14 puesto de diferentes tipos de comidas para poder disfrutar de ellas en forma de tapeo.