Ubicado en el Barrio de las Letras, en pleno centro de Madrid, La Fábrica Restaurante, el espacio de restauración de la mítica empresa de proyectos culturales de nuestro país, presenta una propuesta de raíces italianas, con sabores clásicos y factura moderna pensada en torno al concepto de compartir tan arraigado en la cultura gastronómica española. Su horario continuado ofrece distintas propuestas de servicio desde los desayunos hasta las cenas. Una oferta que se aloja en un espacio único rodeado de una galería de arte, una librería especializada en fotografía y una tienda con una colección de productos exquisitos y exclusivos.

Una carta corta pero contundente, diseñada por la chef de origen napolitano Valentina Ciardulli, que impregna con sus orígenes todos y cada uno de los platos. Cocina mediterránea con influencias napolitanas donde el producto de temporada juega un papel protagonista junto con las pastas presentadas en bandejas para compartir, tanto en la carta como en las sugerencias fuera de la misma, uno o dos platos todos los días.

Para comenzar, una variada selección de entrantes como Boquerones fritos con ralladura de limón, una Ensalada de hinojo, naranja y anchoas o el antipasti, un plato único que reúne Alcachofas en aceite, tomate semi-seco, cebollas confitadas, jamón italiano ahumado, bresaola del Piamonte y rocas de parmesano reggiano con reducción de vinagre de Módena y aceite de Arbequina.

El plato fuerte son las pastas, siempre para compartir, y que se desglosan en cuatro propuestas diferentes: la vegetal –Tagliatelle alla Norma con berenjenas, tomates y ricotta salada-; los Spaghetti al nero di seppia y los Spaghetti allo Scoglio, con mejillones y almejas, que aúnan  todo el sabor delmar o los  contundentes Pappardelle con ragù de jabalí. Una espectacular bandeja para dos trae la fiesta a la mesa.

Pescados y carnes tienen su representación en la carta con platos como el Bacalao confitado con patatas y cebolla escalibada o el Corte crujiente de secreto ibérico con puré de tubérculos y salsa de cítricos.

Mención aparte merece la selección de postres, propuestas como los tradicionales Cannoli siciliani, el imprescindible Tiramisú, la Panna Cotta  o el Pastelito de chocolate belga con sal, aceite y pimienta. Todos se elaboran de forma artesanal y, en lugar de la tradicional carta, se presentan al cliente en una amplia bandeja in situ para que decida y se deje seducir por la vista.

Todo supervisado por su chef ejecutiva, Valentina Ciardulli, socióloga italiana que dio un giro a su trayectoria cuando decidió hacer de la cocina el centro de su vida. Fue profesora freelance en varias escuelas de cocina italianas en Londres, pasó por restaurante con una estrella Michelin, el «Palazzo Petrucci en Nápoles para  finalmente recalar en la Fábrica Restaurante hace un año.

Además, La Fábrica Restaurante ofrece todos los días, incluido el fin de semana, un menú diferente de tres platos que se diseñan a diario dependiendo del producto de mercado.

La comida no es el único atractivo. En La Fábrica el vino juega un papel importante. La carta de vinos recoge una exquisita selección de referencias españolas además de vinos de bodegas de Francia, Italia y Portugal. Una carta donde los protagonistas son la colección de vinos Matador de los últimos seis años. La bodega Matador realiza cada año un vino singular e irrepetible, elaborado con un coupage exclusivo para ellos, un enólogo y una bodega diferente. Un vino único que se completa con el diseño de una etiqueta por un artista de renombre internacional. Nombres como Juan Muñoz, Roni Horn o Ai Wei Wei, entre otros, han intervenido en esta colección. Como novedad estos vinos de colección se pueden disfrutar por copas en el restaurante.

La Fábrica también ofrece a diario desayunos, con mermeladas caseras y mantequilla artesanal; las tradicionales meriendas, con una amplia selección de tés e infusiones y tartas, así como  una carta de tapas para entre horas.

Todo ello en un espacio contemporáneo y funcional diseñado por el interiorista Iñigo Güell, de líneas puras y decorado en colores planos y maderas claras en cuyas paredes se exhiben fotografías de grandes artistas como William Klein, Malick Sibidéo Alberto García-Alix.

Nos encontramos por tanto, un restaurante – café situado en el emblemático barrio de Las Letras, junto al Paseo del Prado, que se transforma a lo largo de la jornada, vibrante y bullicioso de día, ambiente cálido y relajado por las noches. Un punto de encuentro donde, además de comer o cenar, es posible desayunar, tomar un aperitivo, un café a media tarde o una copa antes de cenar.

Calle Alameda, 9  CP28014 Madrid
Teléfono 912985523
http://lafabrica.com/cafe/

HORARIO
De lunes a jueves de 9.30 a 0.30.
Viernes de 9.30 a 1.30.
Sábados de 10 a 1.30.
Domingos de 10 a 17.
Domingos noche cerrado.
Precio medio 25 €